Investigación

Jordi Pujol Jr. acabó «retorciéndose en la silla» tras la intervención de la Fiscalía Anticorrupción

Según ha podido saber OKDIARIO, la intervención de la Fiscalía Anticorrupción durante la comparecencia de Jordi Pujol Ferrusola en la Audiencia Nacional terminó con el primogénito del clan «retorciéndose de los nervios en la silla» de la sala de vistas.

Fuentes presentes en el interrogatorio ante el titular del Juzgado de Instrucción nº 5, José de la Mata, destacan a este diario la actitud «desafiante y chulesca» con la que comenzó la declaración Jordi Pujol Jr. «Su postura en la silla mostraba desde el principio su soberbia, pero la representante fiscal fue determinante».

Sin embargo, la exposición de la fiscal, Belén Suárez junto al también fiscal del caso, Fernando Bermejo, consiguió doblegar «la actitud de prepotencia» que mostraba Pujol Jr. con su «postura corporal» durante el interrogatorio que se extendió durante cerca de 4 horas.

Estas mismas fuentes afirman que la intervención de Suárez fue muy contundente y reveladora, poniendo de manifiesto el desprecio por la Ley de Jordi Pujol Ferrusola al evadir cerca de 30 millones de euros durante la investigación abierta en la Audiencia. Al principio de la declaración, estaba «sentado hacia delante», sin embargo, durante la intervención de la representante del Ministerio Público empezó a «ponerse nervioso» y acabó literalmente «retorciéndose en la silla».

Desde el principio, el mensaje que Anticorrupción quería transmitir es que el hijo mayor del ex presidente de Cataluña debía ingresar en prisión. A esta petición se sumó la Abogacía del Estado.

Anticorrupción también pidió al magistrado que retirase de inmediato los aparatos electrónicos de Pujol Jr., como su teléfono móvil y la tableta electrónica, con el objetivo de que se quedara «incomunicado» hasta que el magistrado decidiera sobre su ingreso en prisión. El juez De la Mata aceptó estas medidas y le citaba de nuevo a las 7 de la tarde para comunicarle su decisión final.

Por su parte, el propio Pujol Ferrusola negaba su despatrimonialización: “Todos los negocios me salían mal, excepto uno que tenía en México dedicado al eucalipto de crecimiento rápido para biocombustible”. Después añadía que el dinero que faltaba en sus cuentas era porque no se lo «han devuelto».

Las explicaciones de Pujol Jr. no convencían al magistrado que decidía entonces acusarle de pertenencia a banda criminal, blanqueo o delito contra la Hacienda Pública y falsedad documental, y ordenaba su ingreso en prisión inmediato sin fianza, convirtiéndose así en el primer miembro del clan en pisar un centro penitenciario.

Jordi Pujol Ferrusola trasladado en un furgón policial a prisión. (Foto: Efe).

Este miércoles, el juez De la Mata ordenaba distintos registros en varios domicilios y oficinas de Jordi Pujol, su esposa Marta Ferrusola y Jordi Pujol Jr. Durante los mismos, ha estado presente el primogénito del clan que podría quedarse en la ciudad condal durante las próximas horas antes de ingresar en la prisión madrileña de preventivos de Soto del Real.

El auto del magistrado

En el auto de 14 páginas, José de la Mata afirmaba que habían quedado acreditados “patrones de comportamiento, pautas de actuación, instrumentos y herramientas empleados para generar, ocultar y blanquear activos” en plena investigación, iniciada en el año 2012, y que sólo su encarcelamiento puede contribuir a evitar esta operativa.

El juez recordaba que Pujol Ferrusola “es titular de varias sociedades instrumentales que no producen valor real añadido alguno y cuya única utilización ha sido canalizar capitales de presunto origen criminal para realizar inversiones y gastos en España y en el extranjero”.

Por último, De la Mata hacía referencia a los últimos informes policiales que a su juicio “exponen sistemáticamente la estrategia de despatrimonialización y de ocultación de bienes que Jordi Pujol Ferrusola ha ido desarrollando durante los últimos años. De acuerdo con la estimación policial el importe mínimo de capital que Jordi Pujol Jr. mantendría fuera de España asciende a unos 30 millones de euros”, concluye.