Investigación
Juicio del 1-O

El forense de Bolinaga y otros cuatro médicos velan por la salud de los golpistas en el juicio del 1-O

Este equipo médico dirigido por Vidal Santos Yusta, el forense que puso en libertad al etarra Josu Uribetxeberria Bolinaga, se encarga de velar por la salud de los golpistas durante la celebración del juicio del 1-O en el Tribunal Supremo.

  • M.A. Ruiz Coll y Teresa Gómez.

Vidal Santos Yusta, el médico forense cuyo informe sirvió para poner en libertad al etarra Josu Uribetxeberria Bolinaga, dirige el equipo médico que durante estos meses vela por la salud de los golpistas durante la celebración del juicio del 1-O en el Tribunal Supremo.

De lunes a jueves, los nueve golpistas son trasladados desde las cárceles de Soto del Real y Alcalà Meco hasta el alto Tribunal, donde están siendo juzgados. Durante las sesiones de la vista oral, los cinco médicos forenses del Instituto de Medicina Legal de Órganos de Jurisdicción Estatal (IMLCF-OJE), que da servicio al Tribunal Supremo y la Audiencia Nacional, se turnan para velar, en todo momento, por el estado de salud de los acusados.

El tribunal que preside el magistrado Manuel Marchena está extremando todas las cautelas, y aplicando un criterio de máximas garantías para evitar que sus defensas puedan recurrir luego la sentencia ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo (TEDH), alegando una vulneración de sus derechos procesales. El tribunal no está dispuesto a darles ningún pretexto para que puedan argumentar ante el TEDH que han sufrido un trato discriminatorio o imparcial.

Y una de las decisiones que se ha adoptado, en este sentido, es garantizar que un equipo médico vigile en todo momento la salud de los acusados durante la celebración del juicio. Según fuentes del Supremo, es la primera vez que el equipo forense del Instituto de Medicina Legal al completo cumple este cometido en la Sala. «Nunca antes, en un juicio, se ha dispuesto de un equipo sanitario de guardia tan amplio para cuidar de los acusados», señalan.

Sólo han necesitado un ibupofreno

Las instrucciones impartidas por el tribunal implican que haya siempre un médico disponible para atender las necesidades de los imputados por mínimas que sean. Los profesionales sanitarios se turnan de forma que el médico que esté de guardia debe permanecer todo el día en el Supremo junto a un sanitario de apoyo por la mañana.

Las defensas han alegado que los traslados diarios desde la prisión, el intenso ritmo de las sesiones y la falta de horas de sueño están provocando agotamiento en sus representados. Aunque lo cierto es que, desde que se inició el juicio, sólo alguno de los procesados ha requerido la atención de los facultativos quejándose de molestias menores, como un dolor de cabeza, que únicamente ha requerido de ibuprofeno.

El director y también miembro del equipo del Instituto de Medicina Legal de órganos de Jurisdicción Estatal (IMLCF-OJE), que vela por la salud de los golpistas, es el médico forense Vidal Santos Yusta.

Vidal Santos fue el encargado de redactar un informe por encargo del juez Fernando Grande-Marlaska (actual ministro del Interior) para poner en libertad al etarra Bolinaga, condenado por el asesinato de tres guardias civiles y el secuestro del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara.

El ‘cáncer terminal’ de Bolinaga

Grande-Marlaska desestimó así los informes emitidos por la forense Carmen Baena, quien constató que Bolinaga tenía un tumor en un riñón pero no estaba, ni mucho menos, en estado terminal.

Gracias al contrainforme de Vidal Santos y Leonor Ladrón de Guevara, el asesino y secuestrador Bolinaga pudo abandonar el hospital el 24 de octubre de 2012 y regresar a su casa de Mondragón. Pese a que le habían dado siete meses de esperanza de vida, no falleció hasta dos años y medio después, en enero de 2015, tras pasearse por pueblos y plazas del País Vasco como un héroe de los terroristas y la izquierda abertzale.

Vidal Santos y Carmen Baeza fueron luego los únicos aspirantes a dirigir el Instituto de Medicina Legal de órganos de Jurisdicción Estatal (IMLCF-OJE) que da servicio al Tribunal Supremo, la Audiencia Nacional y el registro Civil.

Fuentes de la Fiscalía aseguraron que respaldaban la candidatura de Baena, pero que parecía que la plaza estaba predestinada: «Al menos, estaba claro que no era para ella».