Internacional

Turquía admite su interés en la ciudad libia de Sirte

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha admitido este lunes durante una entrevista de televisión, que está tratando de hacerse con el control de la ciudad petrolera de Sirte. “Las operaciones militares en esta ciudad libia son importantes y de carácter sensible, debido a la presencia de pozos de petróleo y gas”.

Ankara ha jugado un rol fundamental en el conflicto que sufre la nación norteafricana a raíz del acuerdo firmado el pasado mes de noviembre entre Turquía y el Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA), con sede en Trípoli y liderado por Fayez Sarraj. Libia es víctima de una guerra de legitimación que enfrenta al Ejército Nacional Libio (LNA), liderado por el general Jalifa Haftar, quien desde abril de 2019 intenta extender su poder en las regiones que están aún en manos del Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA).

El mandatario turco ha anunciado que el GNA está intentando controlar las ciudades libias de Sirte y Jufra, dos días después de que las milicias respaldadas por mercenarios reclutados por su país reconquistaran la estratégica localidad de Al Wishka y alcanzaran el centro de la ciudad costera de Sirte, en el centro de Libia. En respuesta a los avances del LNA durante el último año, el Gobierno de Trípoli encabezado por Fayez Sarraj inició la operación Tormenta de Paz, con el fin de contrarrestar los ataques que estaban destruyendo la capital del país. Erdogan considera que los éxitos por parte del Gobierno de Sarraj han hecho sonar las alarmas en Rusia, quien la semana pasada inició una estrategia de acercamiento al GNA, en previsión de que este frente ganaría la batalla sobre Trípoli, tal y como sucedió.

En lo que respecta al Mediterráneo Oriental, Erdogan ha destacado el acuerdo que tiene con el GNA, una resolución por la que Ankara tiene barcos para explorar en las revueltas aguas del Mediterráneo. Por su parte, el portavoz del LNA, Ahmed Mismari, ha confirmado este lunes que las milicias respaldadas por Turquía cometieron crímenes de guerra contra civiles, alegando que Ankara está utilizando su membresía en la OTAN para violar la soberanía de la nación norteafricana, de acuerdo con las declaraciones recogidas por el diario Al Arabiya.

La Misión de la Organización de Naciones Unidas en Libia (UNSMIL, por sus siglas en inglés) ha asegurado este domingo que “la tragedia que ha asolado al estado norteafricano durante más de un año ha demostrado, sin lugar a dudas, que cualquier guerra entre los libios es una guerra perdida”.  En este sentido, la ONU advertía en que “no habrá ningún vencedor, solo grandes pérdidas para la nación y su pueblo”.

Además, la misión de la ONU en Libia ha pedido a las autoridades del GNA que lleve a cabo una investigación tras los últimos acontecimientos ocurridos en el país. “También hemos recibido numerosos informes sobre el saqueo y la destrucción de propiedades públicas y privadas en Tarhuna y Alasabaa que, en algunos casos, parecen ser actos de retribución y venganza que corren el riesgo de deshilachar aún más el tejido social de Libia”, han lamentado. Estos saqueos son atribuidos, en parte, a las milicias enviadas por Turquía para respaldar al GNA. Ankara ha desplegado en la nación norteafricana más de 11.600 mercenarios sirios para engrosar las filas del GNA, de acuerdo con el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. Las bajas entre los grupos apoyados por Turquía se elevan ya a 351, incluidos 20 menores de 18 años.

En este contexto, los ministros de Asuntos Exteriores de Rusia y Turquía, Serguéi Lavrov, y Turquía, Mevlüt Çavusoglu, han acordado este lunes en conversación telefónica contribuir al proceso de paz entre las partes en conflicto en Libia. Al mismo tiempo, la UNSMIL ha celebrado la apertura de los campos petrolíferos de Sharara y El Feel este fin de semana. “El bloqueo petrolero le ha costado innecesariamente al pueblo libio más de 5.000 millones de dólares debido a la pérdida de ventas, así como millones de dólares de pérdidas indirectas provocado por el cierre de las refinerías nacionales y los daños causados por la infraestructura petrolera que permanece inactiva” han explicado.