Internacional
Fortalecerá su nuevo departamento

Trump firma un decreto para reducir el tamaño de la Administración y dar más poder a Musk

Las empresas podrán contratar sólo a un trabajador por cada cuatro despedidos

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha firmado este martes una orden ejecutiva que obliga a las agencias federales, y en particular a sus directores, a cooperar con el nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés) del multimillonario Elon Musk y a reducir sus plantillas «a gran escala». Esta nueva orden le otorga al dueño de Tesla y SpaceX, que estuvo presente durante la firma junto a su hijo, más poder en el Gobierno de Trump.

Con el objetivo de la empresa DOGE de «optimizar la mano de obra» y reducir el tamaño del Gobierno federal, la orden establece que las agencias deberán «emprender» planes de reducción de «plantilla a gran escala» y podrán contratar sólo a «un trabajador» por cada cuatro «despedidos» o que haya «abandonado su puesto», señala una hoja informativa de la Casa Blanca sobre la orden.

«Los jefes de las agencias coordinarán y consultarán con el DOGE para reducir el tamaño de la fuerza laboral federal y limitar la contratación a puestos esenciales. La oficina de administración de personal iniciará la elaboración de un reglamento para garantizar que los empleados federales cumplan con los más altos estándares de conducta», añade el texto.

Nada más terminar de firmar esta nueva orden, Trump le dio la palabra a Elon Musk, que declaró que la Administración federal se había convertido en una «cuarta rama no electa». Además, el magnate subrayó la necesidad de implementar «controles de sentido común» para reducir, entre otras cosas, los llamados por ambos empresarios como «gastos innecesarios».

Musk también hizo hincapié durante sus declaraciones que sería lo más «transparente posible», eso sí, informó de que no tiene intenciones de hacer públicas sus operaciones financieras. Trump terminó por retomar la palabra,  apoyando la postura de Musk, y asegurando que no hay ningún problema con su papel y denunciando la existencia de «fraude y abuso» en la adjudicación de contratos públicos, así como «decenas de miles de millones de dólares» que iban a ser gastados.

Musk y su intento de comprar ChatGPT

Elon musk también ha saltado al foco mediático por su reciente intento por comprar la empresa OpenAI, dueña de ChatGPT, una de las inteligencias artificiales más usadas en todo el mundo, por 97.400 millones de dólares. Esta primera oferta fue rechazada por OpenAI de forma inmediata.

También formaron parte de la operación múltiples inversores como Valor Equity Partners, Baron Capital, Atreides Management, Vy Capital y 8VC, una empresa de capital riesgo dirigida por Joe Lonsdale, cofundador de Palantir, y Ari Emanuel, a través de su fondo de inversión.

«Es hora de que OpenAI vuelva a ser la fuerza del bien de código abierto y centrada en la seguridad que una vez fue», destacó Musk en un comunicado proporcionado por su abogado Marc Toberoff, en clara referencia a la pelea entre Musk y Altman, dueño de ChatGPT, sobre el futuro de OpenAI.

Antes del último movimiento de Musk de este lunes, OpenAI ya se enfrentaba a numerosos obstáculos para cambiar de ser una organización sin ánimo de lucro a una empresa con fines de lucro. Su rival Meta Platforms (Facebook, Instagram, Threads, and WhatsApp) envió en diciembre una carta al fiscal general de California, Rob Bonta, en la que expresaba su oposición al plan.