Internacional
Afganistán

Los talibanes anuncian su entrada en Kabul y ponen Afganistán bajo su control

Tras varias horas de asedio, la capital de Afganistán, Kabul, está ya en manos de los talibanes. Los líderes de los radicales han ordenado el avance sobre la ciudad para «evitar saqueos», tras el abandono de las fuerzas de seguridad, según informa la agencia Reuters. El caos es total en Kabul, con miles de personas tratando de huir y atascos kilométricos.

Los acontecimientos se han precipitado en los últimos días, a medida que los talibanes han ido conquistando una a una prácticamente todas las capitales de provincia sin encontrarse con apenas resistencia en su camino.

El presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, ya había abandonado el país poco después de la culminación de la gran ofensiva talibán, que les ha llevado a recuperar el control de Afganistán tras la retirada de las tropas internacionales.

La marcha ha sido anunciada por quien fuera su gran rival político y ahora negociador jefe del Gobierno afgano con los talibán, Abdulá Abdulá, quien se ha referido a él ya como «ex presidente».

El ministro del Interior en funciones de Afganistán, Abdul Sattar Mirzkwal, ha anunciado este domingo el comienzo de un toque de queda nocturno para proteger a la población.

Las autoridades afganas han comunicado la creación del llamado Consejo de Coordinación que se encargará de gestionar «una transferencia pacífica de poder» tras la llegada de los radicales.

Este consejo estará formado por el ex presidente afgano Hamid Karzai, el negociador jefe del Gobierno afgano en las conversaciones de paz con los talibán, Abdulá Abdulá y el antiguo ‘señor de la guerra’ y líder de Hezb-e-Islami, Gulbuddin Hekmatyar.

Los insurgentes anunciaron este domingo que el país se encontraba ya bajo su control y el inicio del proceso de negociación para la entrada «pacífica» de sus combatientes en la capital, Kabul.

Desde entonces, los talibanes han ido tomando posiciones a las afueras de la capital, si bien su cúpula dio orden a los combatientes de que se abstuviesen de entrar por la fuerza.

Así, según un comunicado, los responsables de la organización «ordenan a todas sus fuerzas que se coloquen a las puertas de Kabul y que no intenten entrar en la ciudad» para evitar un derramamiento de sangre a la espera del inicio de un proceso de negociación para tomar la ciudad de manera incruenta.

«Dado que la capital, Kabul, es una ciudad grande y densamente poblada, los muyahidines del Emirato Islámico no tienen la intención de entrar en la ciudad por la fuerza, sino de entrar pacíficamente en Kabul. Se están celebrando negociaciones para garantizar que el proceso de transición se complete de forma segura», se explicaba en la nota.

Españoles

El Gobierno español ha comunicado que está acelerando al máximo sus planes de evacuación de los españoles que aún se encuentran en Afganistán,  incluido el personal de la Embajada, así como los traductores que asistieron a las tropas y los cooperantes españoles en  estos años. Se trata de centenares de personas.

«Aceleramos la evacuación decidida anteayer de españoles, afganos que han colaborado con España y sus familias, en coordinación con la ministra de Defensa, Margarita Robles. Apoyaremos a UE y su servicio exterior para una salida ordenada de personal europeo y local. No dejaremos a nadie atrás», ha asegurado el ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, José Manuel Albares, en un comentario publicado en sus redes sociales.

El viernes, Albares ya anunció el inicio de este plan, si bien la evacuación todavía no había comenzado. Los detalles se están perfilando con el Ministerio de Defensa, que es el departamento que la llevará a cabo «en cuanto las circunstancias lo permitan».

El objetivo es sacar de Afganistán a los seis españoles que se tiene constancia de que aún permanecían en el país, junto al personal de la Embajada -que actualmente se limita al embajador saliente, Gabriel Ferrán y su segundo y a los policías que la custodian-.

Pero también se pretende la evacuación de traductores afganos que trabajaron «codo con codo» con los españoles en los últimos años, tal y como adelantó Albares, cuya cifra exacta aún se desconoce.

Para determinarlo se trabaja entre los ministerios de Exteriores, Defensa e Interior, que tendrán que comprobar identidades y de determinar la fórmula mediante la que podrían instalarse en España ellos y previsiblemente algunos de sus familiares que les acompañen.