Internacional

Los terroristas de Sendero Luminoso incendian las calles de Perú en apoyo del golpista Castillo

El grupo terrorista Sendero Luminoso se encuentra detrás de las protestas en Perú, que se han cobrado la vida de, al menos, siete personas durante las protestas tras la destitución del ex presidente Pedro Castillo después de intentar forzar la disolución del Congreso. De esta forma, el grupo terrorista marxista, leninista, maoísta ha escalado la ola de protestas de los últimos días, según el jefe de la Dirección Antiterrorista (Dircote) de la Policía Nacional del Perú, el general Óscar Arriola, en las que un total de 119 policías han resultado heridos. El grupo terrorista, que utiliza para operar como brazo político el Movimiento por Amnistía y Derechos Fundamentales (Movadef) y otras organizaciones basadas en la ideología del marxismo, leninismo y maoísmo en las protestas, ha atacado durante estos días decenas de comisarías con explosivos, según ha relatado Arriola.

En sus objetivos, también se encuentran el Gobierno de Perú y los periodistas tras poner en su diana la sede del Ministerio Público y los edificios de las cadenas de televisión América Televisión y Panamericana Televisión, y un vehículo de la emisora de radio Exitosa. Los manifestantes exigen la renuncia de la presidenta Dina Boluarte y el cierre del Congreso, que precisamente destituyó al ex presidente Pedro Castillo y frenó el autogolpe en el epicentro de la crisis actual de Perú. Sin embargo, la entrada de Sendero Luminoso hace que Perú se enfrente a un desafío todavía mayor utilizando las protestas.

De momento, la defensora del Pueblo interina, Eliana Revollar Añaños, ha indicado que «estamos pidiendo que se investiguen estos casos que, realmente, son muertes innecesarias». A su juicio, «si se tomaran decisiones oportunas, esta situación no debería ocurrir», ha reconocido sobre las protestas que en un principio se han desatado sin incidentes, pidiendo una solución política.

El Gobierno ha declarado el estado de emergencia durante 60 días en siete provincias de Apurímac, epicentro de las protestas, en los que los derechos constitucionales relativos a «la inviolabilidad del domicilio, la libertad de tránsito por el territorio nacional, la libertad de reunión y la libertad y seguridad personales» quedarán suspendidos, en virtud del artículo 2 de la Constitución peruana.

La escalada de violencia en Perú, instigada por el grupo terrorista marxista, leninista, maoísta Sendero Luminoso, se ha producido después de que la Fiscalía de Perú haya denunciado a Castillo por rebelión y conspiración y se hayan detenido a diferentes miembros de su gobierno. El plan terrorista de Sendero Luminoso, que quiere a Castillo de nuevo en el poder, se basa en utilizar las protestas para quemar un número importante de comisarías, tomar aeropuertos e incendiar edificios públicos y privados para desestabilizar a las fuerzas del orden, según la Policía Nacional de Perú.

Los mineros informales, como se conoce en Perú a estos excavadores ilegales de oro en el sur de la Amazonía peruana, que han destruido más de 1.200 hectáreas de bosque en la zona más impactada, conocida como La Pampa, ubicada en la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional Tambopata (región Madre de Dios), se han unido a esta escalada de terror. Según fuentes policiales, la minera Las Bambas de cobre, ubicada en las provincias de Cotabambas y Grau en el departamento de Apurímac, se encuentra en el punto de mira de los terroristas que han intentado tomarla, en la cual se han instalado en el pasado mineros ilegales por orden del Movadef (brazo político del grupo terrorista Sendero Luminoso). Perú se ha visto convulsionado en los últimos años por la agitación política, los rápidos cambios de presidente y los constantes escándalos e investigaciones. Sin embargo, hace unos días tuvo lugar una de las jornadas políticas más complicadas de la historia reciente del país. A esto, se une los intentos del grupo terrorista para dictar el futuro del país, el más sanguinario de Perú, que empezó sus ataques terroristas en 1980 y al que el departamento de Justicia de Estados Unidos, le atribuye más de 12.000 ataques supuestamente con 10.000 muertos.