En salas separadas y con el mediador de EEUU corriendo de una a otra: la extraña negociación Rusia-Ucrania
Este método, conocido como "diplomacia de lanzadera", permite que las delegaciones eviten un enfrentamiento directo
En un esfuerzo por avanzar hacia un posible alto el fuego en la guerra que enfrenta a Rusia y Ucrania desde febrero de 2022, las delegaciones de ambos países se han reunido este lunes en la capital de Arabia Saudí, Riad, bajo la mediación de Estados Unidos. Las negociaciones, que se han prolongado durante casi 12 horas, han adoptado un formato poco convencional: cada delegación ha ocupado una sala distinta, mientras enviados estadounidenses actuaron como intermediarios, trasladándose de una a otra para facilitar el diálogo. No es una forma habitual de negociar, pero es la única posible, ya que Putin se niega a dar categoría de país soberano a Ucrania y, por lo tanto, jamás aceptará negociar con Zelenski o sus representantes en la misma mesa.
El encuentro, de las delegaciones de Rusia y Ucrania se desarrolló en el complejo Albasatin, dentro del histórico palacio de Diriyah, un lugar emblemático de la familia real saudí que ha servido como escenario neutral para estas delicadas conversaciones. La elección de Riad como sede refleja el creciente papel de Arabia Saudí como mediador en conflictos internacionales, mientras que la presencia de Estados Unidos como facilitador subraya su intención de liderar los esfuerzos para poner fin a la guerra más mortífera en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
La delegación ucraniana, encabezada por figuras clave como el jefe de la Oficina Presidencial, Andriy Yermak, y el ministro de Defensa, Rustem Umerov, llegó con una propuesta clara: un alto el fuego parcial de 30 días que proteja la infraestructura energética crítica de ambos países. Esta iniciativa, discutida previamente con funcionarios estadounidenses en Jeddah el 11 de marzo, busca reducir los ataques a instalaciones vitales, un punto de fricción constante en el conflicto. Ayer, en una reunión preparatoria de 40 minutos con los americanos, Ucrania expresó su disposición a negociar, siempre que sus intereses sean protegidos.
Por su parte, la delegación rusa, liderada por el ex jefe del FSB, la agencia de espías de élite d e Rusia, Sergei Beseda y el senador Grigory Karasin, mantuvo un tono optimista pero cauto. Aunque Moscú no ha detallado públicamente sus demandas en esta ronda, fuentes cercanas a las negociaciones citadas por la prensa norteamericana, sugieren que Rusia insiste en la neutralidad de Ucrania, el reconocimiento de los territorios anexionados en 2022 y el cese total de la ayuda militar occidental a Kiev. El Kremlin, a través de su portavoz Dmitry Peskov, ha evitado confirmar avances concretos, limitándose a señalar que «no hay negociaciones directas aún» y que el proceso está en una fase exploratoria.
El formato de salas separadas, con los enviados estadounidenses -entre ellos, el secretario de Estado, Marco Rubio, y el asesor de Seguridad Nacional, Mike Waltz- como puente entre las partes, responde a la profunda desconfianza mutua tras tres años de guerra. Este método, conocido como «diplomacia de lanzadera», permite que las delegaciones eviten un enfrentamiento directo, mientras los mediadores trasladan propuestas y respuestas. Testigos del proceso han descrito un ambiente tenso pero ordenado, con los americanos moviéndose constantemente entre las salas para mantener el flujo de comunicación.
A pesar del optimismo inicial, la jornada no ha estado exenta de sombras, ya que durante la noche previa, Rusia informó haber derribado 59 drones ucranianos sobre sus regiones suroeste, con un saldo de una persona fallecida en Rostov, mientras que Ucrania denunció un ataque masivo con drones rusos en Kiev que dejó al menos tres muertos, incluido un niño de cinco años. Estos incidentes, ocurridos mientras las delegaciones ultimaban su llegada a Riad, pusieron en duda la voluntad real de ambas partes de avanzar hacia la paz.
Desde Washington, el enviado especial Steve Witkoff expresó esperanza en los resultados. «Creo que veremos avances reales, especialmente en un alto el fuego en el mar Negro y, con el tiempo, en un cese total de los combates», afirmó en una entrevista reciente en Fox News. Sin embargo, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, advirtió que «solo un alto el fuego verificable y órdenes claras de Putin para detener los ataques» garantizarán progresos tangibles.
Al cierre de esta crónica no se ha emitido un comunicado oficial conjunto, y las delegaciones abandonaron el palacio de Diriyah sin declaraciones a la prensa. El formato de negociación, aunque lento, parece haber sentado las bases para futuras rondas, pero la persistencia de los ataques cruzados sugiere que el camino hacia la paz es muy frágil.
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