Internacional

Rusia entra con fuerza en Siria, pero la coalición contra el ISIS sigue descoordinada

Tras haber logrado Vladimir Putin la autorización del parlamento ruso, sin sorpresas, para desplegar fuerzas aéreas en Siria, llegaron sus primeros ataques sobre este suelo. Los aviones rusos realizaron una serie de acciones incluyendo 20 vuelos y diversos bombardeos. Según su versión, sobre posiciones del Estado Islámico.

Según la versión ofrecida desde Moscú por el Ministerio de Defensa, estos aviones habrían destruido un puesto de mando y varios centros de operaciones en una zona montañosa. Según ellos, negando cualquier ataque sobre infraestructuras civiles o zonas cercanas.

Nada que ver con la versión norteamericana, según versiones salidas de Francia –país que también está realizando acciones sobre Siria- y según las versiones de los rebeldes sirios rivales de Al Assad. Estos primeros ataques desde la Asamblea General de la ONU se están llevando a cabo sin ninguna coordinación, dejando sin efecto las palabras expresadas en Nueva York por los líderes.

Según el secretario de Defensa de los Estados Unidos Ash Carter, oficiales norteamericanos ya buscaban una reunión con sus homólogos rusos. Los rusos habían pedido a la fuerza aérea estadounidense apartarse del suelo sirio –Estados Unidos es enemigo de Al Assad, que tiene en Rusia a su principal aliado-, pero los norteamericanos obviaron esa petición o exigencia.

Acusaciones cruzadas se dieron durante todo el día. Americanos y rebeldes sirios acusaron a las fuerzas bajo el mando de Putin de olvidarse del Estado Islámico y atacar directamente a los rivales de Al Assad, incluyendo posiciones civiles. Por su parte, rusos acusaron a las fuerzas estadounidenses de algo parecido, pero al revés: olvidarse del Estado Islámico y atacar a las fuerzas leales al líder sirio. El dictador Al Assad sí comparte también enemigo con el mundo occidental, un Estado Islámico que está muy infiltrado en la resistencia rebelde siria.

Tablero de juego mundial

Rusia, tal y como advirtió, ha entrado con fuerza en la guerra de Siria: en apoyo a Al Assad para combatir al Estado Islámico, y para volver a ser un agente importante olvidando de alguna manera la cuestión ucrania. Rusia se ha unido en Siria a los Estados Unidos y sus aliados árabes, a Turquía que recientemente empezó a combatir, a Francia que ha iniciado bombardeos en defensa propia este último fin de semana,a Irán, otro aliado de Moscú, y a Israel.

A Gran Bretaña se la espera pronto, su participación está pendiente de ser aprobada en el parlamento. El primer ministro Cameron ha asegurado que ve “positivo” que Rusia haya comenzado a realizar bombardeos sobre el Estado Islámico.

También aseguró el portavoz del Kremlin Peskov que en Irak no van a entrar a actuar contra el Estado Islámico.

La OTAN, por medio de su secretario general Jens Stoltenberg, expresó “preocupación” apuntando a esa falta de coordinación con la coalición internacional. “No ha habido esfuerzo real por parte de Rusia” aseguró. Así está la partida en el punto más caliente del planeta ahora mismo.