Internacional

Adiós a ‘la gran coalición’: los partidos alemanes buscan nuevas alianzas de gobierno

Angela Merkel es la mujer que más tiempo ha estado a los mandos de un país en Europa, ha estado 16 años siendo la canciller alemana frente a los 11 que Margaret Thatcher fue la premier de Reino Unido. Tras las elecciones de este domingo, la alemana abandonará la presidencia. Estará en el cargo sólo hasta que haya acuerdo de gobierno, un gobierno ajeno a la gran coalición actual, de la que reniegan los dos grandes partidos alemanes.

Alrededor de  60,4 millones de alemanes están llamados a las urnas casi 1,3 millones menos que en las elecciones de 2017, de las que surgió una repetición de la gran coalición entre el bloque Unión Cristiano Demócrata (CDU)-Unión Social Cristiana (CSU) y el Partido Socialdemócrata (SPD).

Pero hoy, ninguna de las formaciones está dispuesta a reeditar un pacto necesario ante la entonces negativa de Los Verdes a apoyar a cualquiera de las dos grandes partidos. Los socialdemócratas del SPD, que figuran por delante en los sondeos tras ir a la zaga durante toda la legislatura, lanzan guiños a Los Verdes, que aspiran a obtener su mejor resultado histórico, mientras que el bando conservador se inclina a priori más hacia el Partido Democrático Libre (FDP).

El SPD figura en las encuestas con una intención de voto cercana al 25 por ciento, alrededor de tres puntos por delante de la CDU-CSU. Los Verdes rondarían el 17 por ciento, el ultraderechista Alternativa para Alemania el 1o por ciento, los liberales del FDP el 12 por ciento y Die Linke (La Izquierda) el 6 por ciento.

Salvando a la ultraderechista AfD, repudiada para pactos en la escena política alemana, de los votos y escaños que obtengan el resto de grandes partidos dependerán quién gobierna Alemania. Los vaticinos aritméticos anticipan una coalición de al menos dos partidos y los posibles pactos han sido motivo recurrente de reproche en campaña.

A principios de este año, esa gran coalición, todavía daba bocanadas y era capaz de subir un punto en la intención de voto.

La coalición de Gobierno de la CDU sus aliados bávaros de la CSU y el SPD, conocida como la coalición conservadora La Unión, seguía siendo en febrero la fuerza política más fuerte, con un 27 por ciento en intención de voto.

Hoy, La Unión ha perdido su fuerza y mientras el SPD vuelve a mirar a Los Verdes, la CDU prefiere al FDP.

Los candidatos

La CDU aspira a conservar el poder de la mano de Armin Laschet, responsable del Gobierno de Renania del Norte-Westfalia, el estado más poblado, y sacudido en los últimos meses por todo tipo de polémicas. Pese a figurar como favorito para suceder a Merkel, desde el anuncio de su candidatura ha visto cómo su bloque perdía en torno a diez puntos en las encuestas.

Laschet, sin embargo, se ha esforzado por defender que los resultados están «muy ajustados», en un último intento por apelar al alto número de indecisos en esta campaña. Un sondeo publicado esta semana por YouGov, sin embargo, reflejaba que el 74 por ciento de los electores ya tenía claro su voto.

El candidato del SPD, Olaf Scholz, vicecanciller y ministro de Finanzas en el actual Gobierno, ha vendido una imagen más estable que la de su rival de la CDU. Su solvente participación en los debates y su demostrada experiencia de gestión dibujan en él un perfil similar al de Merkel.

Scholz ha sabido beneficiarse también de un declive progresivo tanto de Laschet como de Baerbock, cuyo partido llegó a figurar con una intención de voto superior al 20 por ciento. En su contra, sin embargo, ha jugado su ambigüedad en asuntos clave como sus potenciales aliados tras los comicios, en particular sobre el trato que está dispuesto a dar a Die Linke.