Internacional
Lanzamiento fallido de SpaceX

La nave Starship de Elon Musk explota sobre el Caribe y fuerza el desvío de aviones

La explosión generó una espectacular lluvia de desechos sobre el Caribe

SpaceX, la compañía del magnate Elon Musk, ha lanzado este jueves su cohete Starship 33 por séptima vez desde las instalaciones de Boca Chica (Texas, Estados Unidos), pero el resultado no ha sido el esperado, ya que una parte del cohete ha perdido conexión con el control debido a un «desmontaje rápido», según han señalado desde la empresa aeroespacial. Esto ha ocasionado que esa parte del cohete explotase a 21.137 kilómetros del mar del Caribe, generando una espectacular lluvia de desechos que obligaron a desviar la trayectoria de múltiples aviones comerciales.

La nave debía alcanzar la órbita para desplegar su carga útil, e incluso se esperaba un aterrizaje controlado en una plataforma marítima del océano Índico. Sin embargo, poco después del regreso de Super Heavy, el propulsor de la astronave, la telemetría de Starship desapareció porque «la nave espacial sufrió un desmontaje rápido e imprevisto durante el ascenso», según ha informado la compañía de Musk en la red social X (antes Twitter). También han señalado que los datos iniciales indican que «se produjo un incendio en la sección de popa».

Mechazilla, la innovación de SpaceX

Uno de los grandes logros de Musk en el negocio de los viajes espaciales ha sido Mechazilla, una gran estructura basada en una torre con dos enormes brazos mecánicos diseñados para recoger vehículos espaciales mientras aterrizan.

SpaceX sugiere que la torre está equipada con una especie de brazos en forma de «palillos». Tras la prueba de vuelo, el propulsor Super Heavy fue capaz de volver a Mechazilla, pero si el intento hubiera fracasado, Super Heavy hubiese intentado aterrizar sobre el océano.

El aterrizaje de cohetes después del vuelo es una hazaña que SpaceX ya ha conseguido con otra de sus naves, el Falcon 9. Pero Starship es un sistema mucho más potente y mucho más complejo, ya que posee 33 motores, todos más potentes que los del Falcon 9. Super Heavy tiene también 10 veces más empuje en el despegue, razón por la que Musk decidió que la construcción Mechazilla era una obligación. Según el empresario, su última finalidad será «devolver el cohete a la plataforma de lanzamiento a los pocos minutos de su regreso», permitiendo que el vehículo despegue de nuevo una vez repostado, en tan sólo «30 minutos tras el aterrizaje».