Mueren cuatro policías en un tiroteo en Carolina del Norte (EEUU)

Cuatro policías han muerto en un tiroteo este lunes cuando iban a arrestar a un fugitivo en el barrio de North Tryon, en Charlotte (Carolina del Norte, Estados Unidos). Además de los agentes fallecidos, hay otros cuatro policías heridos de bala. El sospechoso, Terry Clark Hughes Jr, fue abatido por los agentes.

Por su parte, el Departamento de Policía de Charlotte-Mecklenburg (CMPD) ha colgado un mensaje en las redes sociales donde lamentaban la pérdida de tres agentes -aunque más tarde serían cuatro por el fallecimiento de Joshua Eyer herido de gravedad durante el tiroteo-.

Además, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha lamentado la muerte de estos «héroes» y ha instado al Congreso a prohibir las armas de asalto y los cargadores de alta capacidad y otro tipo de medidas encaminadas a reducir la violencia armada en las calles del país.

La alcaldesa de Charlotte, Vi Lyles, también ha querido mostrar su apoyo a las familias de los fallecidos: «Estoy profundamente entristecida por el tiroteo ocurrido hoy que involucró a agentes de la Policía de Charlotte-Mecklenburg y alguaciles estadounidenses. Les pido a todos los habitantes de Charlotte que los mantengan a ellos, a los demás oficiales heridos y a sus familias en sus pensamientos y oraciones durante este momento increíblemente difícil».

Más armas que habitantes

Este suceso se suma a una larga lista de tiroteos ocurridos a lo largo de este 2024, ya que la razón por la que los tiroteos siguen produciéndose es que en Estados Unidos hay más armas de fuego que habitantes. En concreto, hay unas 120,5 armas por cada 100 habitantes, según la organización de investigación suiza Small Arms Survey, que en 2018 estimaba que había 390 millones de armas en circulación en Estados Unidos.

Aunque, el tiroteo más letal que ha sufrido Estados Unidos en los últimos años ocurrió en Maine, donde murieron 22 personas y otras 13 resultaron heridas en un tiroteo en una bolera donde se celebraba un torneo infantil. El autor de esa matanza, Robert Card, de 40 años, sufría problemas mentales y, después del suceso, fue encontrado sin vida tras haberse suicidado en un camión cerca de una planta de reciclaje en la que había trabajado hasta hacía poco.