Internacional

Los talibanes matan a una mujer policía embarazada de ocho meses

  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

Milicianos talibanes habrían matado este sábado a una policía embarazada identificada como Negarah en la provincia de Ghor, en el oeste de Afganistán. La mujer trabajaba en una prisión antes de la toma de Kabul por parte de los talibanes, el pasado 15 de agosto.

Al parecer, Negarah habría sido ejecutada este sábado por la noche delante de su marido y un hijo suyo, según ha denunciado el activista afgano, Hasán Hakimi, quien reside fuera del país. Dos antiguos funcionarios de Ghor han confirmado la información en declaraciones bajo condición de anonimato.

Los medios locales la han identificado como Banu Negar  y fue asesinada a tiros en la localidad de Firozkoh.  Al parecer, los asesinos registraron su casa antes de cometer este cruel asesinato.

Las imágenes de la ex policía que se han difundido a través de los medios de comunicación han sido mostradas por los propios familiares ofreciendo al mismo tiempo detalles de la ejecución.  El asesinato se ha producido en medio de crecientes informes que hablan de una importante escalada de represión a la mujer en Afganistán.

Aunque se está tratando de obtener nuevos datos e información de este suceso, lo cierto es que los propios vecinos de la localidad de Firozkoh temen las represalias de los talibanes y son los primeros en negar nuevos detalles de lo ocurrido este fin de semana.

Según la BBC, aseguran que los talibanes les han manifestado que no están  involucrados en la muerte de Negar y que investigan el suceso «con garantías». Incluso, citan al portavoz talibán, Zabiullah Mujaheed quien certificó que la investigación «estaba en curso».

Desde la toma de Kabul, el horror ha vuelto a todo el país y no parece que se ajuste a la realidad las primeras manifestaciones de los talibanes que anunciaban una «amnistía» para todas aquellas personas que trabajaron en la anterior administración.

A pesar de que la comunidad internacional y distintos grupos de derechos humanos tratan de frenar todo tipo de asesinatos, detenciones o persecuciones por venganza, la opresión está volviendo a sus raíces en un país que superó durante veinte años muchas de las más crueles barreras.