Internacional

La UE dará 3.000 millones a Turquía para que refuerce sus fronteras y coopere en materia de seguridad

Los líderes europeos han confiado en sentar las bases en la cumbre bilateral este domingo para atajar la crisis y refugiados y migratoria en la que prevén confirmar una ayuda de 3.000 millones de euros para Turquía a cambio de que refuerce el control en sus fronteras aunque también han instado a Ankara a reforzar la cooperación en materia de seguridad.

El primer ministro belga, Charles Michel, ha avisado a Turquía de que no obtendrá «un cheque en blanco» a cambio de reforzar su colaboración con la Unión Europea y le ha reclamado un «compromiso claro» para controlar sus fronteras, no sólo para frenar el flujo migratorio sino también para cooperar en «la seguridad de Europa» ha dicho a su llegada a la cumbre extraordinaria con Turquía en Bruselas, donde las autoridades mantienen el segundo mayor nivel de alerta, 3 de 4, ante el riesgo de atentado «posible y verosímil» tras los ataques de París del 13 de noviembre.

Merkel considera «de justicia» respaldar a Turquía después de acoger a más de 2 millones de refugiados «sin ningún apoyo internacional»

El presidente francés, François Hollande, también ha instado a Ankara a cooperar para «actuar contra el terrorismo» y «para encontrar una solución en Siria» y también ha confiado en «que Turquía pueda también asumir una serie de compromisos para que las fronteras puedan ser mejor controladas» a fin de atajar la crisis de refugiados.

«Quiero que haya un acuerdo para que Turquía asuma unos compromisos, para que Europa dé un apoyo y para que los refugiados puedan ser acogidos» en Turquía, ha incidido Hollande, que ha insistido en que los refugiados «deben quedarse lo más cerca de sus países de origen» y ha defendido que el acuerdo para atajar la crisis migratoria «está en el interés de todos».

El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, ha confiado en que la cumbre extraordinaria constituya «el inicio de un nuevo proceso» entre ambas partes para cooperar en «los desafíos geopolíticos regionales», incluida la crisis de refugiados y migratoria. «Es un día histórico para revigorizar nuestro proceso de adhesión, así como para discutir y compartir los últimos desarrollos en Europa y en el vecindario de Europa», ha apostillado.

No externalizar el control de fronteras

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha reconocido que Turquía es un «socio clave» contra el terrorismo y ha expresado que es necesaria una mejor cooperación de cara a la guerra en Siria, al tiempo que ha confiado en que «todas las partes» acepten en la cumbre el acuerdo que han negociado durante «muchas semanas y duro trabajo» para «frenar el flujo de inmigrantes hacia Europa», el primer objetivo de la cita.

«No debemos ser naif, Turquía no es la única clave para resolver la crisis de migraciones. Lo más importante es nuestra responsabilidad y deber de proteger nuestras fronteras externas. No debemos externalizar esta obligación a ningún tercer país. Sin control de fronteras Schengen se convertirá en historia», ha advertido no obstante el dirigente europeo a su llegada a la cumbre.

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, que negoció los primeros contornos del plan de acción contra inmigración con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha insistido en que la UE y Turquía necesitan «un acuerdo» para atajar la crisis de refugiados.

«Solo juntos podremos contener el flujo migratorio. Necesitamos un acuerdo con Turquía», ha dicho a su llegada a la cumbre, al tiempo que ha defendido que el intercambio de información entre los servicios secretos de la UE y de otros países socios «es de una importancia crucial» frente a la amenaza yihadista.

Grecia pide garantías a Ankara

El primer ministro griego, Alexis Tsipras, cuyo país es el más afectado por la inmigración irregular desde territorio turco, ha defendido la necesidad de atajar «rápidamente» la «mayor crisis de refugiados a la que se ha enfrentado Europa desde la Segunda Guerra Mundial» y aunque ha admitido que «hay que dar pasos importantes en el proceso de adhesión» con Turquía, ha subrayado que Ankara debe garantizar que hace todo lo que puede para frenar la inmigración irregular.

«Tenemos que estar seguros de que las autoridades turcas harán lo que tengan que hacer para reducir los flujos porque nadie puede permitirse estos flujos impresionantes», ha avisado Tsipras.

Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía (Foto: Reuters)

La canciller alemana, Angela Merkel, ha apostado también por colaborar más estrechamente con Turquía por «diversos motivos», no sólo para controlar el flujo migratorio y «reemplazar» la entrada irregular de personas por vías «legales», sino también por la amenaza que representa el grupo terrorista Estado Islámico.

En lo que a una mayor colaboración se refiere, Merkel ha admitido el esfuerzo de Turquía para acoger a más de 2 millones de refugiados «sin ningún apoyo internacional», por lo que ha considerado que es «de justicia» que cuente con el respaldo de la UE. «Se trata también de negociar una agenda más amplia, naturalmente sobre su proceso de adhesión y de la apertura de nuevos capítulos», ha apuntado la canciller, además de la readmisión de aquellos que lleguen a la UE provenientes de terceros países «a través de Turquía».

Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea se reúnen este domingo con el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, con el objetivo de detallar los pasos a seguir para avanzar en dicha colaboración, incluida una ayuda de 3.000 millones de euros para atender a los refugiados en Turquía y el compromiso de abrir un nuevo capítulo en las negociaciones de adhesión en diciembre.

La declaración, según el último borrador redactado a nivel de embajadores, recoge también la voluntad de agilizar el proceso para la liberalización de visados, a cambio de que Ankara sea más activa en el control de sus fronteras para frenar la llegada de inmigrantes a la UE y acepte la readmisión de los nacionales de terceros países deportados por la UE.

Antes del inicio de la cumbre formal entre Turquía y el bloque comunitario, los Estados miembros más afectados por la llegada masiva de refugiados y la Comisión Europea se han reunido en formato reducido. La reunión, promovida por la canciller alemana, Angela Merkel, quiere impulsar la reflexión sobre «cómo reemplazar la migración ilegal por legal» y aplicar el plan de acción «lo antes posible