El giro de Sánchez con Marruecos se salda con un derrumbe de las exportaciones a Argelia del 95%

Un año después del giro en la política exterior del Gobierno con Marruecos por la cuestión del Sáhara, las consecuencias en el intercambio comercial con Argelia han sido desastrosas y con Marruecos apenas significativas. De hecho, las ventas españolas a Argelia han caído un 95% en los dos primeros meses del año respecto al mismo periodo del año anterior, al pasar de 333,5 millones de euros a solo 17 millones este año.

El derrumbe fue especialmente significativo en febrero, cuando las exportaciones españolas totalizaron poco más de 6 millones de euros, frente a los más de 168 millones de euros del mismo periodo del año anterior, según los datos oficiales del Ministerio de Industria.

El comportamiento en el mes de enero fue prácticamente similar dado que si en enero de 2022 las exportaciones habían sido de 165,5 millones de euros, el primer mes de este año se derrumbaron hasta los 10,7 millones de euros.

Tradicionalmente, España había sido uno de los grandes proveedores de Argelia. De hecho, las ventas españolas habían colocado a nuestro país entre las cinco primeras posiciones de los países que más venden al mercado argelino. Por ejemplo, en el año 2020 y 2021 las exportaciones de productos españoles superaron los 2.000 millones de euros. Concretamente en 2021, fueron de 2.232 millones, cifra que se redujo drásticamente ya el pasado año tras el quiebro de la política exterior de Pedro Sánchez en la cuestión del Sáhara, con una caída del 54% hasta apenas superar los 1.000 millones de euros en ventas.

En estos momentos, España ya no está ni siquiera entre los 10 principales proveedores internacionales del mercado argelino.

El estrepitoso hundimiento de las exportaciones españolas a Argelia no se ha visto para nada compensado con un incremento similar en las exportaciones a Marruecos, que podría haber sido el argumento empleado por el presidente español a la hora de justificar un rediseño de política exterior en la región. Frente a la caída de las ventas a Argelia de más de 300 millones de euros entre enero y febrero, el aumento de las exportaciones españolas al mercado marroquí no ha alcanzado siquiera los 250 millones de euros, siendo el incremento inferior a un 14%.

Las exportaciones españolas a Marruecos totales en enero y febrero de 2022 fueron de 1.758 millones de euros frente a los 2.000 millones en el mismo periodo de este año.

Importaciones españolas

Si el cambio de la política exterior de Pedro Sánchez ha tenido como primer efecto la gran caída de compras argelinas a productos españoles, siendo más acentuada cada mes que pasa, las importaciones de España a Argelia no han hecho más que aumentar. En ese sentido España compró en enero y febrero un 14% más del país norafricano que en el mismo periodo del año pasado. Ese incremento fue más evidente en el conjunto de importaciones de todo el año pasado pues España compró bienes y servicios a Argelia por valor de casi 7.600 millones de euros, cifra que triplicó prácticamente las importaciones de 2020 (2.869 millones de euros) y que supuso un aumento del 34% respecto a 2021.

Todo ello no ha hecho más que acentuar el déficit comercial con el país argelino y que la diferencia entre exportaciones e importaciones alcanzara en 2022 un saldo negativo de 6.500 millones de euros, cuando en el año anterior fue de 3.000 millones de euros.

Si las empresas españolas se han visto altamente perjudicadas con la política de Pedro Sánchez en el intercambio comercial con Argelia, tampoco puede decirse que se hayan visto altamente beneficiadas con Marruecos.

Por ejemplo, España no ha dejado de comprar más productos al mercado marroquí. En enero y febrero de este año las importaciones fueron de 1.369 millones de euros frente a los 1.198 del año pasado, es decir, el incremento ha sido de un 14%, porcentaje similar al incremento de las exportaciones a dicho país.

La conclusión más evidente del viraje impulsado por Pedro Sánchez en la política exterior con Argelia y Marruecos ha tenido unas consecuencias muy negativas para las empresas españolas, mientras quienes sí se han beneficiado han sido los productores marroquíes y argelinos. El año pasado las ventas de Marruecos a España crecieron en 1.400 millones de euros y las de Argelia en casi 2.000 millones de euros, por lo que el perjuicio es más que evidente.