Internacional
Estados Unidos

Una escuela paga 2,47 millones a la familia de un niño de 8 que se suicidó tras sufrir bullying

Gabriel Taye era un niño de 8 años que sufrió en primera persona la crueldad de sus compañeros, un duro episodio de bullying le llevó a quitarse la vida

  • Gemma Meca
  • Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.

Gabriel Taye era un niño de 8 años que sufrió en primera persona la crueldad de sus compañeros, un duro episodio de bullying le llevó a quitarse la vida en 2017. El caso conmocionó al mundo entero y al distrito escolar en Ohio, EEUU, que ha acabado pagando los 2,47 millones que la familia del pequeño reclamaba como indemnización. Algo no funcionó en la escuela a la que iba Gabriel. El bullying de los compañeros de clase fue la causa que provocó el suicidio de Gabriel, algo que podría haberse evitado en la escuela.

La familia de un niño de 8 años que se suicidó tras sufrir bullying recibe 2,47 millones de indemnización

El bullying ha estado presente en la escuela desde hace décadas, pero en este siglo XXI es más agresivo que nunca. Los problemas se magnifican con unas redes sociales y una tecnología capaz de difundir un mensaje más allá de las paredes de un aula. Todo parece enorme en un mundo que todavía es un gran desconocido, niños de 8 años como Gabriel Taye viven en un acoso real y virtual hasta que ya no pueden más.

La Escuela Primaria Carson fue el escenario del final de este pequeño. Durante meses sufrió el acoso de sus compañeros por ser como era, los demás niños lo atacaron dos días antes de que se quitará la vida. En el vídeo de las cámaras de seguridad se aprecia como lo encerraron en el baño y le pegaron una paliza que le llevó a quedarse en el suelo inconsciente. Este acoso diario de Gabriel acabó con su vida.

Los padres se encontraron el cuerpo del pequeño que ya no pudo más. La escuela fue incapaz de comunicar a la familia lo que pasaba en clase. A la familia de Gabriel les quedará siempre la espina clavada en el corazón de haber podido hacer algo. Cambiarlo de colegio o actuar de forma contundente con los acosadores. Gabriel calló lo sucedido y la escuela también, hasta el día de su muerte.

Ante tal situación, los padres demandaron a la escuela que ha sido condenada a pagar 2,47 millones a una familia que ha quedado totalmente rota por el dolor. Nada le devolverá a su hijo, pero podrán invertir este dinero en intentar ayudar a niños que han sufrido como Gabriel. Salvar vidas y evitar el bullying en este siglo XXI el más cruel de la historia contra el que solo se puede luchar con educación y profesionales preparados para gestionar este tipo de situaciones.