Internacional

Escalada en el enfrentamiento entre Israel y las milicias de Gaza

Israel mató a Baha Abu al-Ata, dirigente del brazo armado de la Yihad Islámica, mediante un bombardeo sobre su casa en Gaza y las milicias yihadistas respondieron con el lanzamiento de proyectiles sobre diversos enclaves hebreos, incluidas ciudades del centro, como Tel Aviv y Rishon Letsion, y del sur, como Ashkelon y Ashdod. Lo que significa un choque armamentístico que puede llegar a cotas no vistas desde la guerra que se desarrolló en 2014.

El bombardeo de las Fuerzas Aéreas israelíes contra su propia casa en el barrio de Shejaia en Gaza acabó con la vida de Abu al-Ata y con la de su mujer. El Ministerio de Sanidad informó de estos fallecimientos y de la consecución de varios heridos por la ofensiva de la aviación hebrea sobre la Franja.

El líder de los Batallones de Al-Quds había sido señalado como el responsable de los últimos ataques con proyectiles contra Israel de las últimas semanas y el Estado israelí tomó la determinación de emprender esta operación que terminó eliminando al líder yihadista. Según el portavoz del Ejército de Israel, Jonathan Conricus, el líder del grupo islamista palestino había planificado ataques en días señalados en Israel durante este año y tenía previsto un plan próximamente, por lo que su muerte «mitiga una amenaza». “Al-Ata fue directamente responsable de centenares de ataques terroristas contra soldados y civiles israelíes. Su nuevo ataque era inminente”, señalaron fuentes militares israelíes.

Como respuesta a la operativa contra Al-Ata, las milicias yihadistas tomaron la iniciativa a modo de “venganza” por la muerte de este lanzando cohetes sobre territorio israelí, que alcanzaron puntos importantes del centro, como Tel Aviv y Rishon Letsion, y del sur, como Ashkelon y Ashdod.

“Nuestra respuesta hará temblar la entidad sionista”, anunciaron en un comunicado oficial las milicias yihadistas tras el deceso de Al-Ata. En la misma nota indicaron que se habían enviado proyectiles “contra Sderot, Ashdod, Hadera y Jerusalén”. Aunque se aumentó el radio de los ataques de los Batallones de Al-Quds (nombre en árabe de Jerusalén) hasta las proximidades de Tel Aviv.

Las baterías antiaéreas israelíes lograron interceptar gran parte de los cohetes lanzados por los palestinos desde la Franja de Gaza, que llegaron a contabilizarse en hasta 50; pero se alteró lógicamente la vida normal en áreas de las localidades hebreas afectadas debido a la alerta antiaérea activada por la ofensiva palestina y se tuvieron que tomar medidas como la suspensión de las clases académicas, que afectó a cientos de miles de alumnos de escuelas y universidades. «Aproximadamente 50 cohetes han sido disparados desde la Franja de Gaza hacia Israel hasta las 09.10 (07.10 GMT). El sistema de defensa aérea interceptó aproximadamente 20 de los cohetes», informó el Ejército israelí en un comunicado.

Este escenario planteado ahora puede desencadenar una escalada armamentística de unas dimensiones no vistas desde la guerra que enfrentó a Israel y Palestina en 2014, año en el que las Fuerzas Armadas israelíes ejecutaron la Operación Margen Protector sobre Gaza tras el aumento de la tensión por el conflicto entre ambos bandos. Israel justificó la misión por la necesidad de acabar con el Movimiento de Resistencia Islámico (Hamas), que gobierna la Franja de Gaza desde que ganasen las elecciones en 2007, y también de que cesaran los lanzamientos de cohetes sobre territorio hebreo, ataques que prolongó Hamas con el lanzamiento de proyectiles en respuesta a las operaciones hebreas. Por su parte, las autoridades palestinas acusaron a Israel de bombardeos indiscriminados contra toda la ciudadanía gazatí causando la muerte principalmente de civiles.

Este episodio de hace cinco años significó el enfrentamiento de mayor envergadura entre ambas partes en lo que va de siglo XXI. Aunque las últimas escaramuzas podrían desembocar en una pugna de una escala similar o superior.

Sí queda de manifiesto el hecho de que se sigue difuminando de esta forma la posibilidad de un entendimiento entre israelíes y palestinos y ya parece que se erige en una auténtica quimera la opción del establecimiento de la fórmula de dos Estados, para reconocer al Estado de Palestina junto con el de Israel, país que sigue teniendo grandes apoyos diplomáticos en este sentido, sobre todo el de Estados Unidos y su Gobierno encabezado por el presidente Donald Trump, quien llegó a reconocer oficialmente Jerusalén como capital del Estado de Israel, algo que fue condenado con dureza desde la esfera árabe.

El de Abu al-Ata es el primer asesinato selectivo de un líder yihadista en Gaza en los últimos cinco años y la respuesta ha sido acorde a la magnitud del personaje, declarado como ‘mártir’ por sus acólitos yihadistas. Desde la Yihad Islámica ya se ha anunciado oficialmente que “el enemigo pagará un precio muy alto por este crimen”; lo que aumenta la inquietud ante nuevas posibles ofensivas.

El Ejército de Israel ofreció pautas de cara a comportarse y proceder ante posibles nuevas agresiones; así, se explicó a la población en el sur y centro del país que deben evitar en la medida de lo posible ir a trabajar y además se prohibieron reuniones de más 100 personas en las zonas aledañas a la Franja de Gaza y de más de 300 en áreas cercanas a Tel Aviv. También se procedió a cerrar carreteras en distintas partes del territorio, principalmente en los alrededores de Gaza, y a restringir el acceso a la Franja.

El primer ministro en funciones de Israel, Benjamin Netanyahu, tomó cartas en el asunto y, junto a su nuevo ministro de Defensa, Naftali Bennett, aprobaron la operación dispuesta dentro del marco del Gabinete de Seguridad, que tiene previsto reuniones periódicas en las próximas horas para evaluar el estado de la situación y decidir los siguientes pasos a seguir.

Damasco también en el objetivo

Israel materializó también otro ataque aéreo contra un cabecilla yihadista, esta vez en Siria. Mediante otro bombardeo selectivo en Damasco, las Fuerzas Aéreas hebreas atacaron la casa de Akram al-Ajouri provocando la muerte de uno de sus hijos, concretamente al oeste de la capital siria, en el barrio de Mezzeh.

La agencia oficial de noticias siria SANA informó que dos cohetes impactaron en la vivienda de Al-Ajouri, uno de los líderes de la Yihad Islámica y miembro del Consejo Político que opera desde Damasco.

En la ofensiva murieron Moaz, hijo de este, y hubo otra víctima mortal. Otras diez personas resultaron heridas como consecuencia del ataque, entre ellas otra de las hijas del dirigente islamista extremo.

En un comunicado oficial, la propia Yihad Islámica confirmó el ataque y la muerte del hijo de Al-Ajouri, pero no dio más detalles sobre la situación y el paradero del dirigente palestino. Mientras, la televisión estatal de Siria atribuyó la operación a Israel, que oficialmente no ha confirmado su autoría.