Internacional

Argelia desmiente al Gobierno: no fue informada de antemano del volantazo de Sánchez con el Sáhara

El volantazo que Pedro Sánchez ha dado con la postura oficial del Gobierno sobre el Sáhara Occidental está creando una grave crisis diplomática con Argelia. Desde España se está lanzando el mensaje de que antes de tomar la decisión de apoyar la postura de Marruecos se informó a Argelia, pero fuentes diplomáticas argelinas han descartado completamente que esto se produjera.

En concreto, el Gobierno de España aseguró que informó «previamente» a Argelia sobre la posición en relación al Sáhara Occidental. Un hecho que confronta directamente con la «sorpresa» expresada por el Ejecutivo argelino, que acabó llamando a consultas a su embajador en Madrid, Said Musi.

Las fuentes diplomáticas argelinas consultadas por el portal de noticias nacional Tout sur L’Algerie niegan categóricamente esta afirmación. «Se trata evidentemente de una mentira envuelta en una ambigüedad intencionada para intentar calmar las legítimas preocupaciones planteadas por la clase política española», aseguran.

Las mismas fuentes vuelven a lamentar el giro adoptado por España como un «deshonroso cambio de actitud», que interpretan como «sinónimo de sometimiento rotundo a Marruecos».

«En ningún momento y a ningún nivel», reiteran, «se informó a las autoridades argelinas de este vil regateo concluido con la potencia de ocupación marroquí a espaldas del pueblo saharaui».

Además, y como ya hicieran previamente, declaran este cambio de postura como una «segunda traición histórica a los saharauis» que «causa graves perjuicios a la reputación y credibilidad de España como miembro de la comunidad internacional».

«Las conquistas esperadas por Madrid en cuanto al respeto a la integridad territorial de España y su soberanía sobre Ceuta y Melilla» avisan las fuentes de TSA, «nunca estarán garantizadas frente a un Majzén (oligarca) calculador, cínico, polifacético y vengativo que no vacilará a la hora de recurrir de nuevo al uso del chantaje de la inmigración ilegal como instrumento de presión», concluyen, en referencia al Gobierno marroquí.