¿Cómo se hace?
Cultivos

Si no sabes cómo, te contamos de qué forma puedes cultivar guisantes

Si quieres obtener guisantes caseros, el momento de la siembra dependerá de dónde te encuentres y cuál sea el clima de tu país. Mayormente, los españoles podemos aprovechar el buen tiempo que suele reinar en España para iniciar el proceso en octubre. Ahora bien, antes deberías saber cómo cultivar guisantes para tenerlos a tiempo. Son una serie de pasos simples, pero que debes conocer a fondo.

Esta especie, científicamente llamada Pisum sativum L. y también denominada arveja o, pertenece a la familia de las leguminosas. Se trata de una hortaliza con múltiples nutrientes y muy recomendable para las dietas.

De qué forma puedes cultivar guisantes

Clasificación y consejos de cultivo

Los guisantes son clasificados normalmente, según la precocidad con la que están listos para su consumo, la forma de sus semillas (incluso el color de éstas) y el tamaño de la planta. También se organizan por la utilización que se les puede dar, su uso en la cocina.

En cuanto a las condiciones medioambientales que se aconsejan, son especies que se llevan bien con los climas frescos. No fríos. Resisten bien a las heladas, siempre que las tierras donde se cultiven hayan sido bien trabajadas y estén mullidas y aireadas.

Idealmente hay que mantener estas plantas entre los 16° y los 20°, aunque soportan una amplitud térmica realmente amplia.

¿Cómo es el procedimiento para la siembra?

Debes abrir un surco en el suelo, dejando caer una semilla cada tres centímetros aproximadamente. A su vez, respeta la distancia mínima de 50 centímetros entre líneas de semillas. Esto les dará el espacio suficiente para poder crecer.

Tienes que asegurarte de que las semillas queden enterradas unos cinco centímetros, sembrando directamente en el terreno. Lamentablemente, muchos cometen el error de iniciar ese proceso en el semillero. Es mejor acudir al suelo sin preámbulos.

Cuidados de los guisantes

En principio, esta especie no necesita de abonos específicos ni de riegos manuales. Pero todo dependerá de dónde te halles. Ciertas zonas tienen climas que son especialmente aconsejables para los guisantes, y en ese caso deberías añadirles materia orgánica. Además, tendrás que encargarte de reforzar el riego en las zonas áridas y de darle un buen drenaje en las zonas lluviosas.

¡Lejos de las cebollas y los ajos!

Por último, se sugiere evitar la presencia de ajos y cebollas cerca de los guisantes. Son inhibidores de su crecimiento. Aclarado esto, verás que no tienen problemas de convivencia con otras especies como los nabos o los rabanitos.