Plantas variegadas: todo sobre su cuidado

Son muchas las formas en las que podemos clasificar las plantas, y una de las más comunes es según sus características estéticas. Encontramos una amplia variedad como las plantas variegadas, y queremos saber cuáles son y cómo cuidarlas para mejorar el aspecto de tu hogar.

Lo primero que debes saber es que las variegadas no corresponden a una especie concreta sino que se trata de una cualidad especial que consiste en tener hojas y tallos de diversos colores. Casi siempre, en contrastes entre varios tonos de verdes. Excepcionalmente, algunos de estos ejemplares pueden tener hojas y tallos blancos, amarillentos, o de otros colores.

Gracias a esta combinación natural de tonos, son plantas cuya apariencia destaca en los espacios de la casa donde se dejan. Deben esta particularidad única a factores como las infecciones virales, las mutaciones genéticas y las condiciones ambientales.

Cómo son los cuidados de las plantas variegadas

La falta de pigmentación de las hojas y los tallos de esas especies hace que sean un poco más delicadas que son sólo de color verde. Una menor presencia de clorofila les dificulta la fotosíntesis, por lo que son más sensibles a las amenazas externas como plagas, exposición directa a la luz solar, cambios bruscos de temperatura a lo largo del día, etc. Debes ser consciente de su fragilidad.

Por otro lado, hay subclasificaciones internas de las variegadas. Considéralas para estar al tanto de otros cuidados más específicos.

Luz e iluminación

Les hace falta un buen caudal de luz, preferentemente indirecta. Lo ideal es ubicarlas cerca de las puertas y ventanas, donde puedan recibir los rayos solares pero no de modo directo. Si la luz que absorben es escasa, se marchitarán pronto o perderán su belleza. Afortunadamente, moviéndolas a una localización adecuada puedes revertir ese proceso y recuperar rápido los ejemplares.

Riego

Es fundamental mantener el sustrato ligeramente húmedo sin que se encharque. No riegues hasta que la capa superior esté seca. Por otro lado, asegúrate de que las macetas tengan un buen drenaje para que el agua no se acumule porque podría dañar la planta.

La manera correcta de regar estas especies es echar el agua en la tierra, sin mojar las hojas porque podrían quemarse con el sol.

Temperatura

La temperatura ambiente perfecta para las variegadas oscila entre los 18°C y 24 °C. A su vez, hay que resguardarlas del aire frío. Los cambios bruscos de sensación térmica pueden deteriorarla, así que procura que la climatización en la vivienda sea estable.

Fertilización

Aplicar un fertilizante equilibrado durante la temporada de crecimiento, en primavera y verano, contribuirá a su desarrollo. Contrariamente, durante el invierno puedes dejar que repose. Compra un fertilizante acorde a la subclasificación del ejemplar.

Poda

No es mala idea podar estas plantas para que conserven unas dimensiones armónicas. Quitar las hojas marchitas ayudará a que concentren toda su energía en las que están creciendo. Eso mejorará su imagen y reducirá la cantidad de fertilizante necesario.

Algunas especies variegadas populares

Muchas de las plantas caseras más famosas están contempladas dentro de esta clasificación. Aquí van tres muy populares:

• Potos: indispensable en los patios y jardines con sombra, es fácil de cuidar y reproducir a través de la técnica de esquejes
• Helecho nido de pájaro: menos habitual, con frecuente presenta hojas variegadas. Sus cuidados son los imprescindibles
• Crotón: absolutamente coloridos, incluso rojizos o anaranjados, requieren de algunos cuidados más pero nada complicado
• Por último, no podíamos dejar de mencionar la Sansevieria trifasciata Laurentii. Esta variedad de la tradicional «lengua de suegra» sobresale por sus hojas verdes con líneas amarillas en los bordes. Como todas las sansevierias su mantenimiento es mínimo. Probablemente sea la mejor alternativa por la que puedes optar para disfrutar tu primera experiencia con una planta variegada.