Los pasos para cuidar las plantas aéreas

Las plantas aéreas están de moda, casi como una consecuencia inevitable de vivir en espacios tan reducidos. Muchas personas que viven en pequeños apartamentos han encontrado en ellas una solución para sentirse acompañadas y, si también te lo estás planteando, deberías saber cómo regar y cuidar las plantas aéreas.

Existen diversas justificaciones respecto de por qué conviene tener plantas en casa, pero la mayoría están relacionadas con su efecto positivo en el estado de ánimo y la renovación del aire que respiramos a diario. Pensando en esos beneficios, las plantas aéreas pueden ser una opción muy interesante para la mayoría.

Cómo cuidar las plantas aéreas

Una alternativa apta para todo el mundo

Si no estás muy puesto en este tema, déjanos decirte que las plantas aéreas son un tipo de vegetación caracterizada porque no necesitan de tierra para mantenerse vivas. De ahí que se las llame de tal forma.

La principal ventaja de las plantas aéreas es que permiten optimizar el espacio al prescindir de jardín y/o macetas.

A modo de clasificación, podemos distinguir plantas aéreas epífitas y plantas aéreas litófitas, siendo las primeras capaces de crecer sobre otros seres vivos, como árboles, y las segundas de hacerlo incluso en rocas o muros.

¿Cómo cuidar las plantas aéreas?

Una vez que te hayas decidido por algunas especies de plantas aéreas, verás que sus cuidados son mínimos. Solamente tienes que ocuparte de que estén en un lugar de la vivienda donde les dé luz solar suficiente. Recomendamos que, en la medida de lo posible, esta incidencia de la luz no sea directa en verano.

En lo referido al riego, basta con regarlas una vez por semana o dos en época de temperaturas altas, si bien lo más importante aquí es evitar regarlas con agua del grifo. Ésta contiene cal y la cal puede arruinar tus plantas aéreas.

¿De dónde obtienen los nutrientes?

Como estas especies permanecen en el aire y no pueden obtener los nutrientes de la tierra, hay que facilitárselos.

¿De qué manera? Asegurándote de que el ambiente en el que se encuentran no esté contaminado, porque es de allí que toman todos los elementos indispensables para la subsistencia. Procura que no circulen agentes tóxicos.

Un truco simple para saber si su estado es óptimo es vigilar las hojas, retirando suavemente las que estén secas. Éstas deben ser minoría y es imprescindible retirarlas para que no consuman nutrientes destinados a las otras. Cuando sean mayoría, debes investigar cuál es el problema en tus plantas aéreas para resolverlo.