¿Cómo se hace?
Trucos

Estos son los ingredientes que tienes en casa que van a dejar tu fregadero como nuevo: el truco que no conocías

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

En la búsqueda de soluciones prácticas y económicas para mantener el hogar limpio, nos encontramos con un truco revolucionario que promete devolver el brillo a los fregaderos de acero inoxidable de una manera muy sencilla. Este método no solo es efectivo, sino también respetuoso con el medio ambiente, ya que utiliza ingredientes comunes que la mayoría de nosotros ya tenemos en casa.

La clave radica en la eficacia de sustancias del bicarbonato de sodio y el vinagre blanco, conocidos por sus propiedades de limpieza natural. Además de estos dos ingredientes principales, podemos utilizar limón como paso final para abrillantar la superficie, garantizando no solo limpieza, sino también un acabado reluciente.

El truco casero para limpiar el fregadero

Para comenzar a limpiar el fregadero, asegúrate de que esté completamente despejado. Retira todos los platos sucios y enjuágalo con agua fría, asegurándote de eliminar cualquier residuo de comida que pueda estar obstruyendo el drenaje. Si encuentras muchos restos de comida en el fregadero, rocía un poco de detergente lavavajillas antes de enjuagarlo para facilitar la limpieza.

Después, esparce una capa de bicarbonato de sodio sobre toda la superficie del fregadero, cubriéndolo por completo. Asegúrate de alcanzar todos los rincones, utilizando tus dedos para frotar suavemente el bicarbonato en áreas específicas si es necesario.

Utiliza una esponja húmeda para restregar el bicarbonato de sodio en movimientos circulares, siguiendo la dirección de la veta del acero inoxidable. Este ligero abrasivo limpiará la superficie sin dañarla, asegurándote de cubrir cada centímetro para evitar dejar manchas.

Después de restregar el bicarbonato, vierte vinagre sobre todo el fregadero. El vinagre reaccionará con el bicarbonato de sodio, formando espuma y disolviendo cualquier resto de grasa o suciedad. Vierte suficiente vinagre para disolver todo el bicarbonato de sodio que quede en el fregadero.

Abre el grifo y enjuaga el fregadero con agua tibia para eliminar los restos de vinagre y bicarbonato de sodio. Si es posible, utiliza un grifo con manguera de extensión para asegurarte de enjuagar toda la superficie adecuadamente.

Finalmente, limpia el interior del fregadero para asegurarte de dejarlo completamente limpio y libre de manchas. Si deseas un brillo adicional, frota una rodaja de limón por toda la superficie después de que se haya secado.

El mejor desatascador casero

¿Estás buscando una solución efectiva y económica para desatascar tus tuberías? Esta solución a base de bicarbonato de sodio, vinagre y agua caliente es tu mejor aliada. Para comenzar, necesitarás un vaso de agua hirviendo, otro de vinagre y uno más de bicarbonato de sodio.

El proceso es sencillo: vierte medio vaso de bicarbonato en el desagüe obstruido. Luego, añade medio litro de agua hirviendo y deja que actúe durante unos 5 a 10 minutos. Notarás cómo los residuos que bloquean el desagüe comienzan a disolverse rápidamente.

A continuación, agrega el resto del bicarbonato de sodio y todo el vinagre en el desagüe. Cubre el desagüe con un tapón y espera unos 5 minutos más. No te preocupes si ves burbujas y espuma, ¡es señal de que la mezcla está funcionando!

Finalmente, vierte el resto del agua hirviendo por el desagüe para enjuagar y limpiar completamente el conducto. Repite estos pasos si es necesario, hasta que la obstrucción desaparezca por completo. Con este método casero, tus tuberías quedarán limpias y desatascadas en poco tiempo.

Principales usos del bicarbonato en el hogar

Para eliminar los residuos de comida en el microondas, humedece una esponja con bicarbonato y pásala por el interior. Luego, utiliza un trapo húmedo para retirar los restos y desodorizar el aparato.

Para dejar los suelos limpios y brillantes, disuelve bicarbonato de sodio en agua tibia y utiliza un trapo mojado para limpiar. Aclara con otro trapo limpio para un acabado impecable.

Mezcla bicarbonato de sodio con agua y remoja los cubiertos para eliminar la suciedad y dejarlos brillantes. Frota con una esponja o cepillo para obtener mejores resultados.

El poder del bicarbonato de sodio combinado con el zumo de limón se revela en la eliminación de manchas persistentes en la ropa, especialmente en prendas blancas o de colores claros. Para las manchas más difíciles, simplemente aplica bicarbonato directamente sobre la mancha con una esponja y déjalo en remojo durante un tiempo considerable.

Esparce bicarbonato de sodio en las superficies del horno y deja actuar durante la noche. Por la mañana, frota con una esponja y retira la suciedad fácilmente, dejando el horno limpio y sin residuos.

La sabiduría popular sostiene que el bicarbonato de sodio equilibra el pH del agua, lo que se traduce en una limpieza más efectiva y una mayor frescura para la ropa. Incorpora media taza de bicarbonato a cada lavado junto con tu detergente líquido habitual.

Agregar bicarbonato de sodio al jabón para lavar platos facilita la eliminación de la grasa. En caso de residuos persistentes, remoja los utensilios en agua con bicarbonato y utiliza una esponja húmeda para evitar rayones.