Salud

Cómo cuidar un piercing en el ombligo

Piercing en el ombligo
Todos los pasos cuidar un piercing en el ombligo de manera correcta

Hacerse un piercing, como cuando nos hacemos un tatuaje requiere una serie de cuidados, sobre todo en los primeros días tras haberse agujereado la piel. Recientemente os explicamos cómo cuidar un piercing en la lengua, pero si decides hacerte otro y en una zona como la del abdomen, ahora que viene el verano, será bueno que sepas cuáles son todos los pasos para cuidar un piercing en el ombligo.

La importancia de cuidar un piercing

Es realmente importante seguir con atención, los cuidados de cualquier piercing que nos hagamos. Un piercing no deja de ser una herida abierta, de modo que hasta que cicatrice o hasta que coloquemos la joya definitiva que vamos a llevar, tendremos que procurar que la zona esté bien curada y limpia de modo que podamos evitar infecciones.

De no hacerlo no solo podemos acabar sufriendo la mencionada infección, sino que además es posible que el piercing nos duela muchísimo sobre todo en una zona como la del ombligo que habitualmente suele estar cubierto por ropa.

Si deseas saber de qué modo puedes cuidar correctamente tu piercing en el ombligo, comienza limpiando bien la zona a diario, aprovechando la ducha, pero además sigue los pasos que a continuación te damos.

Pasos para cuidar un piercing en el ombligo:

  1. Como hemos dicho comienza a cuidar tu piercing en el ombligo limpiando bien la zona. Para ello será necesario que limpies con jabón neutro.
  2. Tendrás que retirar la perforación que te hayan hecho. Limpias la herida con jabón y agua tibia. Dejas que repose durante un minuto o dos, y luego enjuague bien el jabón. De nuevo, coloca la perforación y deja secar al aire.
  3. Es importante además que los primeros días tras haberte hecho el piercing, no lleves ropa ajustada a la cintura o que toque el ombligo. Si la ropa toca la zona del piercing este podría infectarse.
  4. Del mismo modo, debes evitar además cualquier tipo de cinturón. El metal o el níquel de estos puede ser realmente peligroso para un piecing, en los primeros días en los que todavía se está curando y de nuevo tenemos que decir, que podrías acabar con una infección.
  5. Tampoco es aconsejable que te pongas a tomar el sol o que te de el sol directamente en la zona del ombligo.
  6. En el caso de tener que ir a la piscina o a la playa venden parches específicos que te pueden proteger sobre todo del cloro del agua de la piscina.
  7. Por otro lado, nunca quites la primera joya o perforación que te pusieron cuando te hiciste el piercing a excepción de cuando lo laves.
  8. Cuando llegue el momento que te hayan indicado para colocar la joya definitiva acude al centro donde te hiciste el piercing para que procedan a ello a no ser que ya tengas experiencia y sepas cómo hacerlo y qué aspecto debe tener la herida que en principio ya estará curada.
  9. No te asustes si los primeros días la zona del piercing está un poco roja. Es normal. En cambio, si te duele o notas una pequeña inflamación será mejor que consultes al profesional que te hizo el piercing.
  10. Una vez ya lleves la joya definitiva, no estará de más que de vez en cuando la retires y limpies bien la zona. Muchas personas aprovechan la ducha de la mañana para limpiar con delicadeza la zona, algo que es del todo aconsejable.

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