Chimeneas

Aprende a saber cómo funciona una chimenea eléctrica

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Aprende a saber cómo funciona una chimenea eléctrica

En estos días en los que debemos prepararnos para la llegada del frío extremo a muchas zonas de España, las diferentes opciones disponibles en climatización empiezan a cobrar protagonismo, desde las más conocidas hasta otras nuevas y revolucionarias. Deteniéndonos en las últimas, es probable que quieras saber cómo funciona una chimenea eléctrica.

El caso es que se trata de uno de los sistemas de calefacción que cada vez más personas adoptan, porque no sólo es capaz de climatizar eficientemente sus viviendas sino también de hacerlo de una forma decorativa, ya que quedan muy bien en cualquier espacio de la casa.

Cómo funciona una chimenea eléctrica

Lejos del fuego de leña de otros tiempos, las chimeneas eléctricas comparten muchas de las ventajas de aquellas pero sin sus desventajas. Por ejemplo, no hace falta estar constantemente pendientes de su mantenimiento, y tampoco expulsan gases tóxicos en los hogares.

Eso es posible porque las chimeneas eléctricas imitan a las convencionales en el diseño, y sus leños y carbón aparentan ser los de siempre pero en realidad dependen de un método alternativo que simula las llamas pero no calienta por combustión, como estamos acostumbrados.

A partir de esa descripción básica, nos encontramos con chimeneas que sólo reproducen el fuego como si fueran una pantalla de TV, junto a otras que efectivamente producen calor donde se las instala, y que son más buscadas en las semanas previas a la llegada del invierno.

¿Y cómo funcionan las chimeneas eléctricas?

Para lograr calentarnos, estas chimeneas trabajan del mismo modo que un radiador convencional, con la diferencia de que incorporan salidas de ventilación que permiten que el calor se distribuya por toda la estancia, con lo que climatizan la zona en menos tiempo.

Es decir, el aire caliente que distribuyen está producido por electricidad y no por la quema de leña ni carbón. Podemos irnos de casa tranquilos de que no hay ningún peligro de que una chispa pueda saltar fuera y encender materiales sensibles.

Otro de sus puntos fuertes es que el resto del año podemos usar sólo la parte que imita al fuego, prescindiendo de la climatización. Entonces puedes pasar una plácida noche de primavera disfrutando de la fogata hogareña sin que eso sobrecaliente el lugar.

Finalmente, las chimeneas eléctricas son fáciles de instalar porque no necesitan de una salida de humo como las tradicionales. Respetuosas del medio ambiente, y muy sencillas de limpiar, son una solución que se impone por sus múltiples beneficios.

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