Historia
Historia

Terremoto de Valdivia: consecuencias y magnitud del peor seísmo de la historia

El 22 de mayo de 1960, los habitantes del sur de Chile se vieron sorprendidos por un espectacular seísmo de ocho minutos de duración que causó efectos a escala global y que fue considerado como el peor terremoto de la historia. Conocido como el terremoto de Valdivia, los científicos a día de hoy no tienen clara su magnitud, pero la sitúan entre un 9,3 y un 9,5.

Terremoto histórico

Eran las 15:11 de la tarde, hora local, cuando el suelo comenzó a moverse y sacudió más de 1.000 kilómetros de tierra en el sur de Chile. Lo sintieron en todas partes y generó un tsunami que cruzó por todo el Océano Pacífico. Sus efectos se sintieron en lugares tan alejados como Japón, Hawái o Filipinas, donde murieron alrededor de 230 personas.

En Japón, por ejemplo, se registraron olas de hasta dos metros de altura cuando había pasado casi un día del movimiento, 22 horas después. En el lugar del terremoto de Valdivia, los habitantes intentaron escapar tras el movimiento, cuyos efectos se notaron en las olas de más de 10 metros de altura que se registraron en las horas siguientes.

Efectos aterradores

Muchos de los presentes describieron el fenómeno como de «cataclismo universal». Hubo millones de damnificados, daños en los caminos y edificios de Valdivia y alrededores, y lo peor, fallecieron alrededor de unas 2.000 personas. 

Muchos de los testigos que pudieron hablar hace unos años con BBC, describían imágenes insólitas como que las montañas se movían como si fueran árboles, o que los enfermos comenzaron a deambular por las calles en bata. Los habitantes de las zonas más afectadas montaron sus propias casas en la calle, con camas incluidas, con el temor de que las réplicas del terremoto de Valdivia fueran superiores en las horas posteriores al primer movimiento.

Teoría de placas

Después de este fenómeno, en 1968, el geólogo George Plafker llegó a Chile para estudiar lo sucedido. Durante más de dos meses recorrió los kilómetros de costa afectados para llegar a la conclusión de que este terremoto, junto con el de Alaska de 1964, considerado el segundo mayor terremoto de la historia, se desarrollaron mediante el movimiento de placas.

El geólogo comprobó que estos terremotos se producían por grandes movimientos de las placas tectónicas que chocaban entre sí.

Igualmente, otros investigadores como Marco Cisternas, paleosismólogo de la Universidad de Valparaíso, descubrieron la existencia de movimientos en esta zona desde la época de Cristo. La conclusión a la que llegó fue que, un registro tan inusual de este movimiento, se da cada 300 años, por lo que el peor terremoto que se vivió anteriormente estaría situado en 1575 aproximadamente.