Historia
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El fuego griego: uno de los grandes secretos militares de la historia

El conocido como fuego griego se ha convertido en uno de los grandes enigmas de la historia relacionados con el armamento militar. Como podemos ver en la imagen superior, un hombre ataca con fuego desde un barco a otros de un barco cercano. Esta ilustración aparece en el Skylitzes Maritensis, manuscrito que abarca varios reinados de los reyes bizantinos desde la muerte de Nicéforo I (811) hasta Miguel IV en el año 1057.

A esta arma, que sería utilizada en varias ocasiones de la historia, por primera vez en el siglo II a.C. durante el asedio a la ciudad griega de Sicarusa, se la conoció como fuego griego, y todavía sigue siendo un misterio para historiadores y científicos que han estudiado el tema.

Imperio Bizantino

La fórmula más estudiada fue la que utilizaron los bizantinos. Según las fuentes, un refugiado cristiano, Calínico llegaba a Constantinopla algún tiempo antes de que los árabes asediaran la ciudad. Existen diferentes versiones sobre como Calínico desarrolló su fórmula para conseguir el fuego griego.

Una de las más extendidas es que se basó en diferentes fórmulas antiguas de los alquimistas de Alejandría. Su arma lanzaba, básicamente, un chorro de fuego y se podía utilizar tanto en tierra como en mar, siendo esta última su gran cualidad al tener la capacidad de no apagarse con el agua.

Esto representaba una importante ventaja tecnológica para quien consiguiera consiguiera controlar este arma. Fueron los bizantinos los que la usaron con frecuencia, sobre todo en batallas navales, ya que el fuego no se apagaba, incluso después de entrar en contacto con el agua del mar.

Debido a la importancia de este arma tan potente, que logró que el Imperio Bizantino lograse soportar las acometidas árabes y perdurara en el tiempo, su composición era uno de los grandes secretos de esta sociedad, que llegó a convertirse en la más temida del Mediterráneo oriental.

Secreto milenario

No se puede poner en duda la veracidad de la existencia de este fuego griego, pero lo cierto es que jamás se ha llegado a conocer la fórmula que utilizó Calínico para crear este potente arma militar.

Algunas investigaciones recientes hablan de una mezcla de azufre, nafta, amoníaco y algo de resina, pero sin dar por válida la fórmula al completo. Se sabe también, que era habitual que se formaran nubes inmensas de polvo y humo que contenían compuestos tóxicos, que solo podían ser apagados con arena o vinagre.