Historia
Ferrocarril

La evolución del tren a lo largo de la historia

La llegada del tren supuso una auténtica revolución en la sociedad humana. ¿Conocías la evolución del tren a lo largo de la historia?

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  • Francisco María
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El tren o ferrocarril es uno de los medios de transportes más seguros del mundo, una prueba de ello son los metros, trenes de cercanías, metros ligeros y tranvías, sin embargo no siempre fue así. Los primeros trenes fueron creados para trasladar, de manera efectiva, las vagonetas cargadas de mineral. Para ello, se implementó una fuerza motriz que impulsara su arrastre por los rieles. A partir de ahí, la evolución del tren a lo largo de la historia ha sido extraordinaria.

Las primeras locomotoras a vapor

Los antecedentes de tren se remontan al siglo XVII en Gran Bretaña, donde ya se empleaban sencillos caminos de rodadura, formados por superficie de tablas de madera, para mover vagones repletos de carbón desde las minas. Estos vagones eran arrastrados por animales, hasta que se construyó la primera locomotora de vapor en 1802, por el mecánico inglés Richard Trevithick.

Pero esta máquina tuvo algunos problemas, puesto que los raíles de hierro colado no soportaban bien el peso de la locomotora. Años más tarde, en 1825, George Stephenson, un ingeniero mecánico británico, desarrolló la primera locomotora de vapor en pleno funcionamiento que podía andar por los rieles de los ferrocarriles públicos.

La locomotora de 1825 fue la base para la construcción de la primera línea ferroviaria pública del mundo y la primera línea ferroviaria con transporte de pasajeros, cinco años más tarde. El vapor se convirtió, entonces, en el primer sistema de tracción. Por medio de la combustión de madera o carbón en una caldera, se obtenía el vapor y presión necesaria para mover los pistones y las ruedas de la locomotora.

De los trenes a vapor al sistema de tracción por diésel

A mediados del siglo XX se dio un salto transcendental hacia otro tipo de locomotoras, las locomotoras diésel. En este tipo de tracción, se utiliza como fuente de energía la que es generada por un motor de combustión interna de ciclo diésel, por lo general de dos o cuatro tiempos. Este sistema fue inventado, en 1898, por el ingeniero mecánico alemán Rudolf Christian Karl Diesel, de ahí su nombre.

Tiempo después, en 1925 aparecieron las locomotoras diésel-eléctricas. En este sistema, el diésel actúa como generador de energía para mover un motor eléctrico, el cual es más eficiente. Estos tipos de trenes, alcanzaron velocidades mucho mayores, además reducían el coste de consumo de energía, por lo que llegaron a superar, incluso, a los aviones y automóviles de la época.

Por supuesto, la evolución del tren a lo largo de la historia no llega hasta aquí. En los años 60 se comenzaron a construir trenes de levitación magnética que prometían alcanzar mayor velocidad reduciendo la fricción. Estos trenes podían recorrer hasta 270 Km/h.

Los trenes eléctricos y de motor de hidrógeno

Posteriormente, se crearon los trenes eléctricos, que requerían la instalación de cables eléctricos de alimentación a lo largo de todo el recorrido. Este mecanismo es llamado catenaria y la misma se conecta con la máquina por medio de una especie de aguja llamada pantógrafo.

En la actualidad, los nuevos trenes serán impulsados por pila de combustible de hidrógeno, en un intento de eliminar los combustibles fósiles y así evitar la contaminación ambiental.

El tren sigue evolucionando para mantenerse vigente como una de las mejores alternativas de transporte de muchos países, y para ajustarse a la demanda y exigencia de los tiempos actuales.