Historia
Refranero español

La curiosa expresión monetaria que decimos a diario en España sin saber que procede de los años de la posguerra

  • Manuel Morera
  • Periodista y fundador del pódcast V9, el programa de F1 más escuchado de España. Universidad de Valencia y Radio 3. Anteriormente en ElDesmarque, Levante TV y Las Provincias.

En España decimos habitualmente «no tengo ni un pavo» para hablar de dinero o «cuesta 20 pavos». Sin embargo, rara vez nos paramos a pensar cuál es su origen en español. Lo llamativo es que esta forma de hablar proviene de la posguerra, y es que nuestro idioma está repleto de expresiones y refranes de mediados del siglo pasado.

De hecho, está ligado al valor real que tenía el dinero en aquella época. Además, la influencia del cine estadounidense también jugó un papel fundamental con el doblaje al español.

Ahora la Biblioteca Nacional de España y lingüistas como Elena Herraiz (@linguriosa en TikTok) han querido explicar cómo esta expresión popular de la posguerra ha sobrevivido hasta nuestros días.

Cuando el ‘pavo’ equivalía a un duro en la posguerra española

Durante las décadas de 1930 y 1940, en plena posguerra, existía en España una moneda de cinco pesetas conocida como el duro. Esa cantidad tenía entonces un valor muy concreto: era exactamente lo que costaba comprar un pavo.

A partir de ahí, el nombre del animal empezó a utilizarse de forma coloquial para referirse a esa moneda. De hecho, los duros se siguieron utilizando en el lenguaje popular, incluso con la entrada del euro.

Es por ello que, con el paso del tiempo, el término dejó de asociarse sólo a esa cantidad concreta y pasó a emplearse como sinónimo genérico de dinero. Lo llamativo es que pavo ha sobrevivido al cambio de moneda: primero se usó con las pesetas y hoy se aplica al euro sin apenas variaciones.

Cómo influyó el cine de Estados Unidos en los ‘pavos’ de la posguerra en España

Pero lo mejor de todo es que el uso del término pavo se reforzó gracias a un fenómeno cultural clave del siglo XX: el doblaje de películas estadounidenses.

En el cine original en inglés, era habitual escuchar la palabra buck (forma coloquial de dólar) para referirse al dinero. Los traductores españoles optaron por adaptar ese término al contexto local utilizando pavo, que ya era comprensible para el público.

De esta forma, expresiones como «me debes 500 pavos» o «la cena costó 200 pavos» comenzaron a popularizarse en películas y series dobladas. Todo ello fue fundamental para su consolidación en todo el país; especialmente entre los jóvenes.

Curiosamente, el origen de buck en Estados Unidos también está relacionado con el intercambio comercial, ya que procede de las pieles de ciervo utilizadas antiguamente como forma de pago. Así, tanto en inglés como en español, el lenguaje económico informal terminó apoyándose en referencias animales.

Por qué seguimos diciendo ‘pavo’ para hablar de dinero en el siglo XXI

El lenguaje evoluciona, pero también conserva huellas del pasado. El caso de pavo es un ejemplo claro de cómo una referencia económica muy concreta puede transformarse en una expresión duradera.

Aunque hoy un euro no tenga ninguna relación directa con el precio de un ave, el término sigue vigente. Esto tiene más mérito si tienes en cuenta que hay muchas expresiones para hablar de dinero.

Pasta, plata, pela, etc., pero el término pavo destaca por encima de todos por su longevidad. Desde la posguerra ha conocido varias monedas, pero el uso es el mismo.