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Pedro García Aguado se rompe en ‘Supervivientes 2024’ por su pasado: «La droga me robó mi vida»

El concursante se emocionó en el Puente de las Emociones

  • Laura Hernández
  • Periodista. Redactora de Happy FM. Pendiente de los nuevos éxitos musicales, los salseos en realities, los dramas de las series turcas, ¡y del Benidorm Fest & Eurovisión!

El pasado martes 11 de junio pudimos disfrutar de un nuevo programa de Supervivientes: Tierra de nadie presentado por Carlos Sobera. Entre otras tantas cuestiones, pudimos conocer el nombre del primer concursante salvado de la semana. Además, Pedro García Aguado tuvo la oportunidad de someterse al Puente de las Emociones.

Nada más comenzar, Pedro García Aguado desveló como fue su infancia. El concursante de Supervivientes 2024 comenzó diciendo lo siguiente: «No debería haber nacido porque mi madre se tomaba la píldora». Recuerda que fue una etapa tremendamente feliz, pero todo cambia cuando sus padres deciden divorciarse cuando él tenía tan solo 12 años.

«Mi madre fue una mujer muy valiente, lo he visto con el tiempo. Se peleó con su familia, una familia conservadora. Generé mucha rabia y mucho odio que me acompañó durante mucho tiempo», confesó Pedro García Aguado, y añadió: «Con mi madre me arrepiento tanto de haberla juzgado tan duramente… Ella estuvo a mi lado siempre, aunque yo la rechazara».

Pedro García Aguado se enfrenta al Puente de las Emociones de Supervivientes 2024. (Mediaset)

En el Puente de las Emociones de Supervivientes 2024, el concursante se sinceró sobre sus inicios en el waterpolo. Todo surgió cuando empezó a aburrirse de la natación y optó por probar suerte en la Escuela Madrileña de Waterpolo. Allí estuvo desde los 12 hasta los 17 años, y reconoce que fue tremendamente feliz.

La época dorada en este deporte llegó cuando tenía 18 años. Por aquel entonces se mudó a Barcelona y consiguió participar en los Juegos Olímpicos: «Fuimos un equipo de leyenda, fue la mejor época de mi vida». A pesar de todo, su «mala vida» como él mismo calificó, le llevó a dejar a un lado este deporte que tantísimas alegrías le había dado.

«Era tan feliz jugando al waterpolo, era tan bueno, pero no me lo creía. Y por la mala vida, empecé a tener hábitos poco saludables, celebraciones, consumo de alcohol y otras sustancias, y mi carrera fue cayendo en picado desde 1998 hasta el 2003, cuando ingreso en un centro terapéutico», reconoció el concursante de Supervivientes 2024. «Mucha rabia porque el waterpolo me lo dio todo, pero no lo supe gestionar».

Tras esta confesión, hizo una importantísima reflexión: «Eso no se lo voy a perdonar nunca a la droga. Me robó lo que mejor sabía hacer, mi vida. Convirtió los cinco últimos años de mi carrera en un verdadero infierno». Sin duda, el de Pedro García Aguado ha sido uno de los Puentes de las Emociones más sorprendentes y emotivos que se recuerdan en la historia del reality.