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Miguel Bernardeau confiesa cuántos castings tuvo que pasar para protagonizar ‘Zorro’

El actor se ha sincerado al respecto

  • Andrea Martín
  • Estudiante de periodismo en prácticas por la Universidad Rey Juan Carlos. Anteriormente redactora en El Generacional.

Miguel Bernardeau acudió el pasado lunes 22 de enero a El Hormiguero para presentar su nueva serie Zorro, que se estrenó en Prime Video el pasado jueves 25 de enero. El valenciano se mete en el papel de Diego de la Vega, que se propone destapar a los asesinos de su padre en esta acción ambientada en el siglo XIX. El actor ha contado cómo fue el proceso de casting para conseguir el papel del protagonista.

El joven le contaba a Pablo Motos que fue él mismo el que se presentó a las pruebas de casting: «No me llamaron para hacer la serie, tuve que pasar siete castings. El primero que hice, estaba desconcentrado porque justo antes de entrar me dijeron que mi abuelo estaba malo». El actor confesaba que no se sentía a gusto con el resultado de sus pruebas y no pudo darlo todo por una mala noticia.

«Es un Zorro más joven y se ve cómo aprende a ser El Zorro, dando el paso de niño a hombre. Es una serie muy divertida para toda la familia, acción, humor y algo de romance», decía acerca de este personaje. El presentador no pudo resistirse a preguntarle si había hecho el icónico movimiento de la zeta, a lo que él respondió: «Para hacer el movimiento bien y ligero tienes que quitar la punta a la espada. Es que pesa mucho y la muñeca no te da, tiene truco».

Lo ha contado en una entrevista para la revista Esquire, en la que se ha sincerado acerca de uno de los momentos más duros de su vida en el que viajó a las Islas Mauricio y «escapaba de un momento de mi vida en el que me estaba reencontrando conmigo mismo después de una ruptura muy pública.» En este viaje puedo reflexionar mucho y vivió una experiencia nadando con ballenas que marcó un antes y un después.

«Recuerdo bajar a unos 25 metros de profundidad y nos quedamos la hija de la ballena y yo solos, ella se estaba moviendo. La miré a uno de los ojos, ella me miró y la mirada era de pánico. Salí del agua llorando. Ahí aprendes, y ya sé que esto se ha dicho mucho, que eres menos importante de lo que crees. Y que esto no es tuyo. ¿Qué haces tú aquí?… Y fue uno de los viajes más… Fue muy triste. Extremadamente triste».