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Laura Matamoros sorprende al confesar la enfermedad que padece

Laura ha sorprendido con esta confesión

Laura Matamoros es una de las creadoras de contenido en redes sociales más conocidas y queridas del momento. La joven no duda en compartir con sus seguidores su día a día, desvelando detalles tanto de sus mejores instantes como, por supuesto, también de los peores. Y esto es lo que ha sucedido recientemente.

La hija del colaborador de ‘Sálvame’ ha acudido al oftalmólogo y, como era de esperar, ha compartido esa visita con sus fans. A través de historias en Instagram, Laura Matamoros ha explicado el motivo de esta inesperada consulta médica. Los seguidores estaban realmente preocupados al respecto, por lo que ha querido explicarlo todo.

Al fin y al cabo se trataba de una revisión, nada más. Lo que nadie imaginaba es que la hermana de Diego Matamoros ha aprovechado esta exposición en Instagram para confesar algo que sucedió hace, aproximadamente, año y medio. Esto se convirtió, indudablemente, en el momento más duro y complicado de toda su vida.

La influencer desveló a sus seguidores que, en su día, decidió acudir al oftalmólogo por un motivo concreto: “Me dan muchas vibraciones en el ojo y en los aviones tenía mucha presión”. Por si fuera poco, añadió: “Además tenía unos pinchazos muy profundos”. Ni tan siquiera imaginó que le iban a derivar, con urgencia, a hacerse un TAC.

Laura Matamoros, como es normal, se asustó muchísimo: “Fue el peor día de mi vida”. Hasta que el ansiado resultado llegó, su cabeza no dejaba de dar vueltas en lo que “podía tener o podía pasar”. De hecho, tenía muy claro lo que más le preocupaba: “Descartar un tumor en la cabeza y, después de descartarlo, descartar la esclerosis múltiple”.

Cuando echa la vista atrás, la ganadora de ‘GH VIP’ recuerda ese instante como “un mes angustioso”. Por fortuna, no se trataba ni de un tumor ni de esclerosis múltiple. Los resultados obtenidos decían que su dolencia tenía que ver con su padre, Kiko Matamoros: “Me diagnostican que tengo un glaucoma de tensión baja y, aparte, tengo dañado el nervio óptico. Por tanto, veo muy poquito y de la mitad del ojo para abajo apenas tengo visión”.