Kiko Hernández se defiende en ‘Ni que fuéramos’ de graves acusaciones: «Que cuenten la verdad»
El pasado martes 29 de octubre pudimos disfrutar de un nuevo programa de Ni que fuéramos presentado por María Patiño. Entre otras tantas cuestiones, esta entrega comenzó con un avance de la información que tenían entre manos. Algo que llamó poderosamente la atención entre los espectadores. ¿El motivo? Uno de los colaboradores del programa había sido pillado protagonizando una embarazosa situación en un bazar de Madrid. En los últimos minutos de emisión, el equipo dio a conocer su identidad. Se trataba de nada más y nada menos que Kiko Hernández. Todo comenzó cuando María Patiño decidió dar paso al vídeo, y lo hizo de la siguiente manera: «Hay testigos de que esa persona, que es uno de nosotros, monta un pollo fuera de lo normal». Acto seguido dio paso al vídeo que fue grabado en la calle Fuencarral de la capital de España, en el que se puede ver al tertuliano mirando varios productos.
Los testigos, que comentan la escena que fue grabada, dieron su versión de los hechos. «Entramos en el AliExpress cuando, de repente, vemos a un hombre a grito pelado, pero a grito pelado, haciendo una videollamada con una mujer», aseguró uno de ellos. Por si fuera poco, reconocían que la intención del colaborador de Ni que fuéramos supuestamente no era otra que comprar un altavoz inalámbrico pero, cuando llegó a la tienda, no era lo que él esperaba: «Estaba diciendo encima que era como carísimo, y eran como 9 euros», se puede escuchar en la grabación. Lejos de que todo quede ahí, siguieron bromeando con este hecho: «Se ha quedado tiesa, está a fin de mes. Hay que llamarle más al programa, por favor». Como no podía ser de otra manera, tras emitirse estas imágenes en directo en Ni que fuéramos, Kiko Hernández quiso defenderse y compartir con los espectadores su versión de los hechos.
«Es mentira», comenzó diciendo el colaborador afincado en Melilla. Según él, el verdadero motivo por el que visitó esta tienda era para comprar un secador para su cuñada, pero estaba agotado. Es por eso que, a través de una videollamada, Kiko Hernández trató de encontrar otras opciones. A pesar de eso, en ningún momento mostró una actitud irrespetuosa ni mucho menos «montó un pollo» como aseguran los testigos que filmaron las imágenes en cuestión.
«Si te graban un vídeo, al menos que cuenten la verdad. No monté ningún pollo ni monté nada», afirmó, visiblemente enfadado por la interpretación que se dio respecto a ese instante. Lejos de que todo quede ahí, y con el fin de aclararlo todo de una vez por todas, el que fuera concursante de Gran Hermano fue más allá: «Si yo monto un pollo, digo: ‘Oye, lo reconozco’. Ellos interpretan eso, pues yo interpreto lo que es y les llamo gilipollas».
Pero no todo queda ahí. Y es que, tras haberle señalado como tacaño por supuestamente no querer pagar un altavoz inalámbrico por 9 euros, Kiko Hernández insistió en que eso no era cierto puesto que los precios de la tienda eran asequibles. Es más, ha reconocido que tiene buena relación con los dueños de ese local. ¡Asunto más que zanjado!
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