Hablemos de futuro

No podemos (ni debemos) dar la espalda al planeta

No debemos retirar nuestros ojos de la luz sanadora del sol, ni de la riqueza milagrosa de la tierra y el mar. No debemos seguir la estela de aquellos que niegan la emergencia climática, debemos saber que el hecho de que el medio ambiente y la naturaleza necesita de nuestro compromiso y de nuestra colaboración para que las generaciones venideras sientan orgullo de sus antepasados por los deberes bien hechos es una realidad y no una tarea por hacer. Está en nuestra mano recuperar el esplendor de lo que el medio ambiente nos brinda.

A pesar de los esfuerzos, tanto del sector privado como del público, las emisiones de gases de efecto invernadero siguen ascendiendo y son un 50% más altos que los emitidos en la década de los años 90, según datos de la ONU. Las cifras disponibles detallan también que desde 1880 el nivel del mar ha subido una media de 20 centímetros por el deshielo, pero, no sólo eso, además, las previsiones señalan que aumentará entre 30 y 122 centímetros en el año 2100.

Reducir las emisiones de CO2 en un 45% hasta 2030

Unas alteraciones del ciclo natural provocadas por la actividad humana a través de sus industrias y reprobables comportamientos que han causado catástrofes naturales que se han cobrado, no sólo la rentabilidad de sectores tan importantes como el asegurador, sino también de millones de vidas humanas. Según datos de la ONU, entre 1998 y 2017 perdieron la vida alrededor de 1,3 millones de personas y casi 5.000 resultaron perjudicadas. Ante este escenario, poco halagüeño, ciertamente, desde la ONU instan a reducir “las emisiones de CO2 en un 45% entre 2010 y 2030” y, de este modo, “alcanzar cero en 2050 para limitar el calentamiento a 1,5 grados”.

Según la declaración de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) publicada este mismo año, 2018 registró la cuarta temperatura media mundial más elevada desde que existen datos, una situación que no deja lugar a dudas: la tendencia al calentamiento del planeta continúa sin detenerse.

No es baladí, desde luego, que la revolución verde sea una de las puntas de lanza de los planes estratégicos de las grandes empresas de todo el mundo, así como de los principales gobiernos mundiales que acudirán a la Conferencia de las Partes (COP25) de la Convención Marco de Naciones Unidas (CMNUCC) que se celebra en Madrid desde 2 de diciembre y hasta el día 13.  Una cita mundial, a la que no se espera, por ejemplo, la visita de Donald Trump, presidente de EEUU, ya que el país norteamericano está saliendo del compromiso adquirido en la Cumbre de París de 2015 debido a su negacionismo, así como a su defensa a ultranza de los combustibles fósiles y la industria petrolera.

COP25, un trabajo conjunto por el planeta

Urge cumplir con el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 13, Acción por el Clima, de Naciones Unidas y de ello, entre otros asuntos, se tratará en esta cumbre climática de Madrid donde, casi 200 mandatarios, pondrán sobre la mesa las medidas que implantarán para cumplir con el Plan 2020-2030 que insta a una reducción drástica de las emisiones de CO2. Con voluntad política y un amplio abanico de medidas tecnológicas, aún es posible limitar el aumento de la temperatura media global a dos grados Celsius por encima de los niveles preindustriales y apuntar a 1,5°C”, detallan desde la ONU.

Las acciones colectivas son urgentes y deben emanar, según el mandato de la ONU, desde el ámbito gubernamental, pero también privado. De ahí que decenas de grandes empresas de nuestro país estén presentes como patrocinadores en la COP25 que se celebra en Madrid durante esta semana y la siguiente. Este es el caso, por ejemplo, de Banco Santander, la entidad financiera liderada por Ana Botín con presencia en una decena de países que tiene en su ADN la ambición y el compromiso de desarrollar principios de banca responsable que ayuden al sector a impulsar los objetivos alineados con los ODS y el Acuerdo de París 2015 de la ONU.

Ana Botín: “No hay problema más urgente”

La presidenta del Banco Santander tiene claro, y así lo comentó de manera rotunda ante un auditorio repleto en la Conferencia Internacional de Banca 2019 en Boadilla del Monte: “No hay problema más urgente que el cambio climático, es fácil pretender que esto es algo lejano en el tiempo, pero lo cierto es que está más cerca de lo que nos parece”. Fue clara en su exposición: “Lo he visto con mis propios ojos”.

Pero, además, su compromiso con la sostenibilidad contempla la movilización de 120.000 millones de euros entre 2019 y 2025, así como 220.000 millones de euros hasta 2030 para luchar contra el cambio climático. En 2021, según la Política General de Cambio Climático y Gestión Ambiental de Banco Santander, eliminará el uso de plástico innecesario de un solo uso en todas sus oficinas y edificios y, además, en el 2025 tienen la pretensión de que el 100% de la energía que se usa en sus instalaciones procedan de energías limpias.

Un camino ya emprendido

El compromiso de Banco Santander con la sostenibilidad tiene objetivos ambiciosos de cara al futuro, pero la entidad ya ha comenzado a tomar medidas internas que están resultando un éxito. El banco español ha desarrollado más de 250 iniciativas con una inversión de 69,8 millones de euros, centrándose fundamentalmente en el ahorro de energía, el ahorro de materias primas, la reducción de residuos, la reducción de emisiones y la sensibilización de empleados.

En sólo un año, aseguran desde Banco Santander, ha conseguido reducir un 38% el uso de envases de plástico y un 61% el uso del papel. Y, además, ha retirado también las tazas de plástico para café y se han sustituido todas las botellas de plástico de las salas de reuniones por otras de vidrio.

Santander con las personas

Desde el punto de vista energético y sostenible, además de contribuir a la reducción de CO2 a través de sus compromisos internos para con el medio ambiente y la sostenibilidad, Banco Santander también ayuda a sus clientes –aquellos que lo demandan– en su transición hacia una economía con bajas emisiones de CO2 a través de soluciones financieras conformadas ‘ad hoc’.

La compañía financiera posee diversos productos que ayudan a sus clientes a contribuir a la protección del medio ambiente y estén en línea con las acciones de los ODS de la ONU. A través de Santander’s Global Sustainable Bonds Framework, el banco hace una emisión de bonos verdes, sociales y sostenibles destinada a la financiación de energías renovables, eficiencia energética, movilidad sostenible o productos destinados a la agricultura y la ganadería sostenible a nivel nacional e internacional.

En definitiva, Banco Santander ha asumido un papel clave en la lucha contra el cambio climático con el fin de lograr un futuro sostenible. Y, para ello, la compañía está en búsqueda constante para estimular y promover la igualdad entre hombres y mujeres a la vez que contribuye al empoderamiento económico de las personas. Por todas estas razones, Banco Santander es firmante de los Principios de Banca Responsable de la ONU.

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