El partido entre Alemania y Dinamarca de octavos de final de la Eurocopa fue suspendido por una tremenda tormenta que cayó en el Signal Iduna Park de Dortmund, el estadio en el que se jugaba el encuentro y reanudado casi media hora después. La impresionante tormenta que cayó en la ciudad alemana obligó a Michael Oliver, árbitro inglés de este duelo de la Eurocopa, a parar el partido. El colegiado británico mandó a los jugadores a vestuarios, aunque tanto los alemanes como los daneses en un primer momento se quedaron sobre el césped. Finalmente, se retiraron al ver que la situación era muy complicada. 25 minutos después, el partido se reanudó con total normalidad.

Este problema ocurrió en el minuto 35. Cayó muchísima agua sobre el estadio, pero el árbitro dijo que era mejor parar en el momento en el que empezó a haber rayos y hubo peligro real de tormenta eléctrica. Y era así. Las escenas fueron tremendas. Oficialmente, la UEFA anunció que se suspendió el partido «por condiciones meteorológicas» y así se mostró por vídeomarcadores. El sonido de los truenos dejó helado al público y asustó al mismísimo Michael Oliver.

Era verdad. Sobre la media hora de juego, cayó una tremenda tormenta en Dortmund. Durante varios minutos se jugó, pero llegó un momento en el que era imposible, ya que cayó un rayo al lado del estadio que formó un estruendo importante en toda la ciudad y especialmente en el campo de fútbol. Había riesgo real de tormenta eléctrica y eso es lo que más preocupaba. Las caras de todos los aficionados, y de la prensa, era de sorpresa y susto, por partes iguales. Las escenas que se vivieron fueron de película.

Después de la lluvia llegó una granizada espectacular con unas bolas bien grandes que cayeron sobre el terreno de juego de Dortmund. Y después de eso siguió el diluvio a la vez que se formaron unas espectaculares cataratas en el Signal Iduna Park, que no tiene techo. Lejos de cabrearse, hubo aficionados que se lo pasaron en grande e incluso se pusieron debajo de esas cataratas (que había en cada esquina del estadio) para que les cayera el agua con toda la fuerza.

Así, el partido Alemania-Dinamarca se suspendió durante casi media hora, el árbitro mandó a los jugadores a vestuarios y no se jugó durante muchos minutos este partido de octavos de final de la Eurocopa. Pasados los 25 minutos de la suspensión, y ya sin esa tormenta eléctrica y sin caer agua, los jugadores volvieron a saltar al terreno de juego e hicieron un pequeño calentamiento previo antes de reanudar el partido. Todo finalmente quedó en un susto y nadie resultó herido. El partido continuó con empate a cero hasta el descanso.