Eurocopa
Eurocopa: Holanda 0 - República Checa 2

Bofetón de realidad para Holanda

  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

La República Checa protagonizó una de las grandes sorpresas de lo que va de Eurocopa apeando a Holanda en los octavos de final. Los tulipanes, que hasta este partido no habían mostrado ni un ápice de debilidad con tres victorias en tres encuentros, sucumbieron ante el hambre de los centroeuropeos.

La expulsión del central naranja Matthijs de Ligt marcó el partido. Holanda se quedó con un jugador menos durante más de media hora en la que fue vapuleada por una República Checa que ahora se medirá con Dinamarca en los cuartos de final. Los goles de Holes y Schick sentenciaron las opciones de unos tulipanes sin respuestas con Depay y Wijnaldum totalmente desaparecidos en combate.

El partido dejó claro que las alegrías ofensivas que había disfrutado Holanda en los encuentros de la fase de grupos habían pasado a mejor vida. Se encontraron con un rival muy bien plantado en el campo y con las ideas muy claras. República Checa proyectaba un plan que consistía en esperar en estático al equipo de Frank de Boer. No había ninguna intención de que Depay y compañía tuviesen campo abierto y el encuentro, en fases, fue hasta un poco aburrido por lo conservador de los centroeuropeos.

Schick, el autor de los tres goles que suma República Checa en el torneo, representaba un islote en busca de bajar cualquier piedra que le enviaban sus compañeros. La propuesta checa guardaba cierta tacaña, pero también sabían que esa era su única posibilidad de hacer daño a un rival que con un pequeño espacio te mata.

Tras un intercambio de ocasiones tampoco deslumbrantes, Barak tuvo la más clara del partido en el minuto 37 tras un fallo en cadena de la defensa de Holanda. El centrocampista del Hellas Verona mandó a las nubes su intentona cuando lo tenía todo a favor en un balón que le cayó al borde del área pequeña.

El paso por vestuarios cambió el destino del partido. Al joven Donyell Malen se le presentó un mano a mano con Vaclik al inicio, pero tras hacer un auténtico despliegue de potencia para superar a tres defensas checos no supo cómo regatear al portero del Sevilla. El holandés, de apenas 22 años, pagó cara su inexperiencia en una ocasión de la que su país se acordaría mucho.

Recompensa al trabajo de Schick

En la siguiente jugada, un melón en dirección a Schick encontró una recompensa totalmente inesperada tras un resbalón de Matthijs de Ligt. El central de la Juventus se vio obligado a cortar con la mano el avance del delantero checo hacia su portería siendo amonestado inicialmente por el colegiado. El VAR, sin embargo, no estaba satisfecho y llamó a filas al árbitro para dejar a Holanda con un jugador menos con más de media hora de juego por delante.

República Checa olió sangre con un rival totalmente desfigurado tras la expulsión. Dumfries ya salvó el tanto checo con un despeje vital cuando Stekelenburg ya estaba batido. La resistencia naranja apenas duraría 10 minutos más. Barak colgó una falta al segundo palo, la ganó de cabeza Kalas y asistió a un Holes que no perdonó de cabeza.

Holanda, sin opción de reaccionar, fue arrollada por una República Checa hambrienta y presionante. Lejos de conformarse con el resultado, los pupilos de Jaroslav Silhavy siguieron presionando y presionando hasta recuperar un balón en el minuto 78 por parte del goleador Holes. El centrocampista hizo un despliegue de fuerza para asistir a un Schick que anotó a placer viendo recompensada su oscura labor con el cuarto gol de la Eurocopa.

República Checa pudo aumentar su castigo a una Holanda que ha pagado la prepotencia de sus leyendas. Sólo hay que recordar lo que recientemente dijo Van der Vaart sobre España y su nivel para darse cuenta de que en esta Eurocopa el nivel es muy parejo. Ya lo dice el dicho, «cuando las barbas de tu vecino veas afeitar, pon las tuyas a remojar». Los tulipanes se van con un bofetón de realidad.