Zapatero reconoce que «deseaba» un acuerdo entre PSOE y Podemos y pide diálogo con Cataluña
Zapatero se rinde al gobierno socialcomunista. El expresidente del Gobierno ha asegurado que «deseaba» que se produjera el preacuerdo de Gobierno con el que PSOE y Unidas Podemos «han sorprendido esta semana».
«El acuerdo con el que nos han sorprendido esta semana me ha parecido muy bien. Yo deseaba que se produjera», ha indicado José Luis Rodríguez Zapatero en una entrevista a la SER.
El ex jefe del Ejecutivo ha quitado hierro a que Pablo Iglesias desvelara en el Congreso de los Diputados sus conversaciones privadas. «Es muy difícil que yo me enfade», ha comentado Zapatero a una pregunta sobre las palabras del líder de Podemos sobre la sugerencia de que pidiera las políticas activas de empleo para llegar a un acuerdo de Gobierno en verano con Sánchez
Sobre Cataluña, Zapatero ha señalado que está «absolutamente convencido» de que a largo plazo «quienes más apuesten por el diálogo serán los que aproximen una recuperación de la estabilidad y del entendimiento mínimo y la convivencia».
«Diálogo abierto y sincero»
Además, el político de origen leonés ha agregado que cuando uno tiene la convicción de que el diálogo es la única salida «hay que ponerlo en marcha». «No hay una alternativa para la crisis que hemos tenido en Cataluña que no sea el diálogo. Tiene que ser un diálogo abierto y sincero», ha defendido.
Para el ex líder socialista, tiene que ser un diálogo que «no cese, donde cada uno pueda plantear todas las alternativas que hay». «Los independentistas hicieron un viaje a ninguna parte que no tiene retorno, pero la democracia española hace que tengamos que tender el brazo para que vuelvan de ese viaje», ha remarcado.
En este marco, Zapatero ha pronosticado que «antes o después el diálogo se pondrá en marcha» en Cataluña y ha resaltado que el diálogo «es la esencia de la política». Así, ha señalado que hay que dialogar «siempre hasta el último minuto, hasta el último segundo, con el adversario más increíblemente difícil».
«Me produce perplejidad, casi alergia, oír determinados discursos actuales que condenan el diálogo, que lo excluyen y que incluso lo consideran un vicio», ha afeado sin señalar a nadie en particular.