Úrsula Mascaró: «Si no se actúa ya en Baleares, acabaremos como Cataluña»
Úrsula Mascaró es la diseñadora y empresaria que lidera Mos Movem, una plataforma ciudadana que ha plantado cara al proyecto de inmersión lingüística en catalán que el gobierno de socialistas y nacionalistas ha puesto en marcha para erradicar el español de la Administración, la Educación y la Sanidad públicas en las Islas Baleares. Mascaró
ha logrado que la sociedad balear se mueva y haga frente al ‘decretazo’ que exige que el catalán sea un requisito para trabajar como médico o enfermero. Su denuncia de la catalanización imparable ha animado a muchos ciudadanos a dar el paso, y en su primera manifestación el pasado 18 de febrero reunieron a miles de personas. Pero también le ha supuesto las primeras amenazas por parte del nacionalismo pancatalanista.
P.-¿ Cómo surge Mos Movem?
R.- Nace en octubre, cuando el independentismo catalán enseña su versión más agresiva, cuando vimos que llegaban a este punto tan extremo en el que están. Nadie creía que se iba a llegar hasta aquí en Baleares. Los nacionalistas tienen unas ideas muy fijas, y son como una religión. Se van 3.000 empresas de Cataluña por la ruina que trae el separatismo y siguen apoyándolo. Hablando con amigos (alguno trabaja en un hospital) y viendo lo que pasaba pensé: espero no pasen a las islas. Y dijimos esto no puede ser. Hicimos un grupo en Facebook y hasta aquí hemos llegado. Y la verdad es no pensaba que hubiese tanta gente que estuviese harta.
P. ¿Le produce vértigo la política?
R.- Mire, no tengo ni idea de la política y mi opinión de ellos es muy mejorable. Soy empresaria, y yo lo que sé hacer son zapatos. Tengo una empresa que da trabajo a 500 personas, y al principio da miedo porque necesito venderlos para mantener empleos y que sobreviva la empresa. Entonces arriesgas, porque no es una broma. En un principio sólo queríamos denunciar la imposición en Menorca, después se extendió a Palma de Mallorca, y ahora ha saltado a otras comunidades porque este es un problema nacional que ya tienen en Valencia, en Navarra o van a tener muy pronto en Galicia y en otros sitios gracias a los nacionalismos.
Los nacionalistas nos atacan con mensajes machistas
P.-¿ Qué respuesta han recibido desde los partidos?
R.-De todo. El PSIB (socialistas) está un poco callado, Mès (nacionalistas) nos atacan con todas las armas, con insultos machistas, nos han llamado hasta ‘erección’ en artículos, me dicen que salgo para vender zapatos, que no soy menorquina porque he dicho que mis ciudades favoritas son Palma y Londres o que me gusta Tokio. Es absurdo. Ciudadanos y PP nos apoyaron en la manifestación, pero nos da igual la política. Lo que queremos son soluciones y que podamos convivir en paz porque esto es un lío muy gordo.
P-¿Y cree que pueden darlas?
R.- Pues habrá que hablar más con ellos para que se mojen. Porque los políticos no actúan contra la persecución del español, y les pagamos para que dar soluciones y no para crear problemas. Hay cosas que se deben unificar. El nacionalismo lingüístico es fanatismo, y lo están fomentando los políticos cada uno en su ‘zonita’ donde son los reyes. Se ha llegado muy lejos.No sé como se arregla, pero les pagamos sueldos hasta vitalicios así que, ¡que trabajen y lo solucionen!
P. – Cerca de 10.ooo personas acudieron la primera convocatoria de Mos Movem en Palma. ¿Les sorprendió el éxito?
R.- Según algunos éramos cuatro, digo, ¡pues vaya cuatro más grande! (risas). Calculamos entre 10.000 y 12.000 personas, en Menorca se puso en evidencia que los medios locales se movilizaron, y en la de Palma hizo que fueran los medios nacionales los que nos prestaran atención. Lo que se demostró es que hay mucha gente que no quiere que nos pase como en Cataluña. En este momento, los independentistas son sólo el 13 % de los que votan. Muy poco si tenemos en cuenta que además vota el 50 % de la población. Es una minoría muy pequeña, pero el problema es el de los pactos. El PSIB-PSOE pacta con ellos y se vende. Y cuando gobiernan las minorías, el problema se hace gordo. Por ejemplo, cuando para aprobar presupuestos tienes que poner el catalán en todos los lados. Y están vendidos.
P.- Ahora gobierna en Baleares la socialista Armengol, y antes el PP.¿Quién tiene más responsabilidad en lo que está pasando?
R.- El Gobierno central, con PSOE o con PP hace mucho que se ha venido vendiendo a los nacionalistas con ‘pactitos’. A Pujol o al nacionalismo vasco. Esto es el resultado de muchos años de cesiones, de decisiones fáciles y de no trabajar como se debe. Hay que tener una visión más de futuro. Y desde el principio se vendieron todos. Ni Felipe González, ni Aznar, ni Zapatero ni Rajoy han enfocado el problema correctamente y mira ahora adónde nos han conducido los nacionalismos.
P.- Mos Movem ha salido a la calle para protestar contra el decreto que quiere hacer que el catalán sea un requisito para trabajar en la Sanidad balear ¿Se ha rebajado esa exigencia?
R.- Antes de la manifestación y las protestas necesitaban el catalán y una acreditación, lo que impidió que 500 auxiliares de enfermería no pudieran optar a las oposiciones. Saliendo a la calle hemos conseguido que puedan presentarse y que se les concedan dos años para acreditarlo. Pero sigue siendo un requisito. Y es ridículo. La gente lo que quiere es que un médico, un auxiliar o un celador sea bueno y todos entienden el español, que es la lengua oficial de todas las comunidades. Con el español deberías poder trabajar en todo el territorio nacional porque estamos en España y así lo dice la Constitución. Que el catalán sea un mérito, como el mallorquín, inglés, alemán, sueco o el que sea, de acuerdo, como hacer un máster en Estados Unidos. Y que te den un punto, pues vale. Pero no que cuente ¡cuatro puntos! como supone el catalán. Es injusto y excluyente, porque hace que los médicos se vayan o no quieran venir.
P. ¿Es real que los nacionalistas se quejen de que no se pueda ser atendido en la lengua materna si es el catalán? ¿Existe tal demanda?
R.- Es falso, y además, ridículo. De 7.000 quejas, sólo hubo cinco por no hablar catalán.Todo el mundo habla castellano y los que las presentan son cuatro radicales que hacen ruido. ¿Los derechos de uno hasta dónde llegan? No entiendo ese egoísmo del nacionalismo, lo siento. ¿Hay derecho a perder a un montón de médicos y que un paciente se quede sin ser atendido porque una señora que entiende el español exija que la atiendan en catalán? Es un problema inexistente que han creado porque detrás de todo está lo que quieren: los Países Catalanes.
P.- ¿Cuáles son los próximos pasos de Mos Movem?
R.- Seguimos siendo un grupo apolítico de Facebook al que siguen 14.000 personas, que nos vamos a seguir movilizando contra estas injusticias, pero además vamos a crear la Sociedad Civil Balear para organizarnos económica y funcionalmente. Nada de un partido político, no me gusta, pero debemos organizarnos.
P. ¿Ha recibido amenazas?
R. – Sí, claro (risas). Ya en septiembre comenzaron a intentar boicotearme y me decían por internet algunas mujeres que no me comprarían más por ‘españolista’. No sé lo que es exactamente porque soy española y, que yo sepa, no hay nada malo en serlo. Me dicen tonterías como que odio el catalán y yo no tengo ningún problema, me gustan todos los idiomas, pero no que me los impongan. También me han amenazado con darme una paliza por Twitter y he recibido insultos xenófobos, incluso que no soy menorquina. Hubo uno al que luego le invité a conocerme y a que visitara mi fábrica. Y ahora me he hecho su colega (risas). A mí estas cosas no me ofenden, pero es cierto que la familia se preocupa.
P.- Usted es una empresaria de éxito, vende a otros países, incluso ha vestido con sus bailarinas a top models como Claudia Schiffer. ¿Entiende este nivel de fanatismo en España?
R.- Eso de querer ser tan de un sitio y rechazar todo lo otro no lo entiendo. A mí me gusta la Unión Europea, las Naciones Unidas, y que cuanto más unidos estemos todos mejor. Tengo otra visión del mundo, pero ese ‘nosotros’ del nacionalismo es como una religión, un dogma al que me cuesta mucho entender. Es cierto.
P. – ¿Por qué no existe ese respeto a la recíproca?
R.- Porque desde los distintos gobiernos se ha tratado al nacionalismo como a un niño malcriado: siempre se ha cedido en todo, incluso demasiado, como la Educación o la policía, y ahora quieren más. No hablo como una política o una filóloga, sino como una madre y una persona de la sociedad civil. Pero hay veces en que hay que plantarse.
P. – ¿Hay solución?
R.- Se ha tratado mal el problema nacionalista, pero veo que la solución pasa por tener mucha paciencia, y hacerles ver que ¿para qué quieren independencia…? No nos quieren a los españoles pero ¿qué hemos hecho mal…? .Estamos mejor juntos, y la solución es que entiendan que les están engañando y vendiendo un paraíso ficticio. Pero es muy complicado porque hay mucho fanático. Pero más del 50 % de catalanes son y se sienten españoles. Y aquí en Baleares son sólo un 13 % los independentistas, y menos aún los que quieran irse a unos Países Catalanes. Por ahora el problema es mínimo, pero nos están complicando la vida y tenemos que solucionarlo y hacer algo. Porque de momento son pocos, pero mira cuando llegan a gobernar por los pactos. Por eso, si no se actúa ya, y desde la Educación, llegaremos a lo de Cataluña.
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