España

La traición de Robles con su discurso de «pasar página» enfadó a Sánchez y a sus cercanos

La diputada socialista Margarita Robles atraviesa su particular travesía por el PSOE tras formar parte del grupo díscolo y votar en la investidura ‘no’ a Mariano Rajoy. Semanas después el asunto aún colea tras el «indulto», como algunos socialistas lo califican, de la gestora por no sustituirla al frente de la Comisión de Justicia.

Nada más conocer la noticia, la magistrada hizo unas declaraciones asegurando que había que «pasar página» y «en el PSOE no sobra nadie». Robles insistió en que ahora «toca pasar página y trabajar todos juntos para superar las diferencias y hacer una oposición rigurosa». Unas palabras que no sentaron nada bien en el que hasta ahora había sido su ‘bando’, el de los críticos y cercanos a Pedro Sánchez.

En clara línea de la gestora y de Javier Fernández, la magistrada argumentó que «a la política hay que venir a trabajar y lo de menos es el sitio». La gestora apartó al PSC de la dirección del grupo, al desplazar a Meritxell Batet, y también retiró de ella a Hernanz, diputada por Baleares.

Esta misma semana y en la reunión del Grupo Parlamentario en el Congreso, diputados como César Luena, la balear y ex diputada Sofía Hernanz, Luz Martínez Seijo y Odon Elorza afearon esta actitud, la misma que la de la gestora, en presencia del portavoz de la gestora, Mario Jiménez. De hecho y según apuntaron, el cruce de argumentos entre el portavoz de la gestora y Luena fue el momento más tenso de la reunión, que uno de los diputados presentes la calificó de «desagradable».

El conflicto sigue abierto y desde los distintos territorios hacen suman esfuerzos por «coser». El último acto destinado a sumar estos esfuerzos fue la presentación del libro del hijo del extremeño Guillermo Fernández-Vara, quien envió mensajes a todos sus compañeros para que asistieran en Madrid. La plana mayor del PSOE no faltó al acto y se pudo ver a la presidenta de la Junta, Susana Díaz, con el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, conversar. «Mucho cariño y nada de chicha política», dijo Iceta. De este encuentro surgió la reunión entre ambos este jueves por la tarde.

En Andalucía no dan por perdido el apoyo del PSC y las fuentes socialistas apuntan que «acepten reunirse es un paso positivo». El propio Jiménez lo ve como una apuesta por la «normalización» de las relaciones entre los socialistas. El portavoz de la gestora dejó el liderazgo del partido en el aire y no quiso hacer quiniela señalando que cuando esté terminada la «definición del nuevo socialismo para la España de hoy», llegará el momento de hablar del liderazgo que, a su juicio, debe ser «muy fuerte y muy potente, no solo para liderar el PSOE, sino para liderar España». En el sur siguen recabando apoyos.