España
Elecciones Generales 2019

Torra mantiene el lazo amarillo en el Palau y se arriesga a ser inhabilitado

Las diferencias dentro el consejo ejecutivo de este martes han hecho elevar el tono entre los que defienden la desobediencia y los que no quieren tener que asumir responsabilidades penales.

  • Joan Guirado
  • Corresponsal de Gobierno y Casa Real. Siguiendo la actividad del presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del Rey de España. También política catalana.

El lazo amarillo y la pancarta en apoyo a los presos separatistas expuesta en el Palau de la Generalitat de la Plaza de Sant Jaume, de momento, se quedarán donde están. El presidente del gobierno autonómico, Quim Torra, ha decidido dar libertad a todos sus consejeros sobre la exposición o no de los símbolos prohibidos por la Junta Electoral Central durante la campaña electoral, durante una reunión muy tensa esta mañana del consejo ejecutivo, donde los ‘consellers’ han discrepado sobre el acatamiento o no de la resolución de la JEC. Los de ERC, que no quieren tener que asumir responsabilidades penales, optaran por quitarlos -en los últimos días ya dieron ordenes a sus funcionarios de retirar los de cada consejería- y en el PDeCAT la decisión no será unánime aunque mayoritariamente los dejarán.

La tensión a razón de los símbolos golpistas entre los dos partidos que forman el Govern de la Generalitat ha agrandado aún más la crisis que hay entre JxCAT y ERC, que Torra y el vicepresidente, Pere Aragonès, han intentado sellar en falso en más de una ocasión, aunque nunca se ha cerrado del todo, según fuentes de ambos partidos. Con dos convocatorias electorales a la vista, unos y otros miran por sus intereses políticos y mantener o no los lazos, es un gesto muy político y con consecuencias en las urnas, aseguran.

El presidente de la Generalitat, de quién depende el lazo y la pancarta colgados en el balcón de la Plaza Sant Jaume, ha pedido un nuevo informe sobre la exposición o no de este lazo. Hasta que este informe esté redactado el lazo se mantendrá, pese a que eso supone desobedecer a la Junta Electoral Central. Fuentes cercanas al jefe del ejecutivo autonómico apuntan que tendrá en cuenta el contenido del informe para tomar la decisión final, pero a priori su intención es la de mantener la simbología en la fachada principal de la sede del Govern.