'Pesadilla' en Albania

El terrible historial del albanés que persiguió a una familia subido al capó: “Pegó a mi madre”

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Imágenes de otra 'bronca' del propietario de 'Panorama' con otro grupo de turistas.
Pelayo Barro

El propietario del bar albanés que persiguió a una familia española subido en el capó de su coche es reincidente. Al menos, así lo reflejan los comentarios que otros clientes han dejado en los perfiles del restaurante, que mencionan otros episodios que acabaron en agresión por parte del hombre, ahora detenido y juzgado.

“Estábamos esperando a que venga un camarero a traernos el menú. Pero el dueño vino gritándonos, le pegó una patada a mi madre, nos echó de las tumbonas, me escupió y golpeó a mi cuñado con la rodilla. No hagas esto a tus seres queridos. A evitar” advierte un usuario de la plataforma Tripadvisor sobre ‘Panorama’, el restaurante propiedad de Mihal Kokedhima y situado en uno de los enclaves más turísticos del sur de Albania.

Kokedhima es el hombre que el pasado jueves 15 de agosto se subió al capó del coche en el que viajaba una familia de turistas españoles y circuló así 3 kilómetros, mientras destrozaba la luna delantera con sus manos y profería amenazas. El padre de la familia española que vivió la escena es el empresario Eugenio Galdón, fundador de ONO, que figura en la lista de las cien personas más ricas de España con un patrimonio neto de 310 millones de euros.

El propietario del bar argumentó durante el juicio, este lunes, que se habían marchado del restaurante sin pagar parte de las comandas que habían pedido, pero la versión de los españoles era bien distinta: ante la tardanza del servicio, decidieron anular el pedido y marcharse del establecimiento.

Como puede comprobarse en Internet, la reputación del local no es excesivamente buena entre los clientes, locales y extranjeros. Más bien al contrario: tiene 2,5 estrellas sobre cinco en su puntuación, y de 37 clientes que han valorado su experiencia, 17 la califican de ‘pésima’.

“Manténganse lejos”

Las impactantes imágenes de la persecución, que adelantó OKDIARIO y posteriormente se convirtieron en virales, han provocado que otros usuarios se animen a compartir en la misma red algunas de las experiencias que vivieron en dicho establecimiento, especializado en pescado fresco como asegura el propio local. “Estuve en 2017 y el dueño quería golpearme con el puño” relata un usuario.

El primer incidente violento causado presuntamente por el dueño del restaurante está registrado en 2015. Un usuario relata que, en agosto de ese año, ellos y sus amigos “fueron agredidos” por el propietario al ocupar una tumbona entre dos personas. El episodio terminó -según su relato- con un niño con la nariz rota y con la intervención de la Policía. “Les aconsejo que se mantengan alejados o se encontrarán un gran problema” advierte este cliente.

Otros usuarios relatan todo tipo de experiencias negativas, como que el pescado se les ofreció a un precio y luego se les cobró a otro superior, que no se les dio ticket de caja, que se sirven botellas de vino sin que se soliciten y se obliga a pagar por ellas o incluso que dan el ‘cambiazo’ del pescado fresco que ofrecen por otro de piscifactoría. Los precios, aseguran algunos usuarios, son “entre tres y cuatro veces superiores a restaurantes del entorno”. Pero es imposible saberlo de antemano antes de pasar por caja porque, explican, ‘Panorama’ no tiene cartas ni una lista oficial de precios.

Restaurante ilegal

La historia ha tenido un gran eco mediático en Albania, donde la prensa se ha volcado en el suceso y en el juicio a Mihal Kokedhima. No es la primera vez que el propietario tiene problemas con la ley de su país. En 2012, las autoridades locales ordenaron el derribo del restaurante-hotel al no disponer de licencia de construcción frente al mar. También se le impuso una cuantiosa multa. Sin embargo, nunca llegó a derribarse y, años después Kokedhima, consiguió el permiso municipal. La prensa albanesa asegura que fue su primo Koco, diputado del parlamento albanés, quien medió para que Mihal consiguiese su licencia de apertura y retomase la actividad del local.

Desde este pasado fin de semana, el restaurante ha permanecido cerrado y con presencia policial en el local. El propietario, como ha mostrado la televisión albanesa, ha acudido sonriente a la vista judicial en la que se le han imputado delitos por intimidación, daño intencional y destrucción de la propiedad. En su defensa alegó que los españoles trataron de “atropellarle” y él simplemente se subió al capó para evitarlo.

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