Soraya confirma que Rajoy intentará la investidura, tal y como adelantó OKDIARIO
«Si no llegan a un acuerdo, Rajoy hará un último intento». Soraya Sáenz de Santamaría ha confirmado que el presidente del Gobierno en funciones no ha dicho su última palabra, tal como contó recientemente OKDIARIO. A su juicio, es muy «sectario» que PSOE, Podemos y Ciudadanos en este momento sólo estén de acuerdo en apartar al partido que ganó las generales. «Es una falta de respeto a los siete millones de votantes del PP», opina.
Entrevistada este martes en ‘El programa de Ana Rosa’, la vicepresidenta del Ejecutivo en funciones ha afirmado que «una cosa es la investidura y otra es gobernar», y que cuando el consenso consiste fundamentalmente en «derogar algo que ha funcionado hay que dar muchas explicaciones». Asimismo, ha recordado que «por la mesa del Consejo de Ministros pasan temas muy importantes, de los que depende la vida de la gente».
Sobre ‘los papeles de Panamá’: «Se investigará desde el primero hasta el último»
«En situaciones normales y salvo la excepción portuguesa, funcionan gobiernos amplios de coalición, que es lo que defendemos», ha continuado. La portavoz no concede demasiada credibilidad a las encuestas, que cree «más generadoras de estados de opinión» que otra cosa. «Por no acertar, no acertó ni la del CIS», ha dicho en relación a los sondeos previos al 20D.
Preguntada por ‘los papeles de Panamá’, Sáenz de Santamaría ha garantizado que se investigará «desde el primero hasta el último» a todos los que figuran en ellos, confiando en el buen hacer de la Agencia Tributaria y la Audiencia Nacional en los casos que haya «infracciones», por las que, ha recordado, se pueden ordenar multas de hasta el 150% de la cantidad defraudada.
La número 2 en La Moncloa ha acudido a Telecinco en plena efervescencia de la filtración de documentos del despacho Mossack Fonseca, que ha sacado a la luz gran número de identidades que contrataron a este bufete para gestionar fondos a través de sociedades opacas. En este sentido, ha sostenido que es «un problema global» pero que España «ha hecho lo que tenía que hacer» para tratar de atajarlo.