España
DANA DE VALENCIA

El sobrecogedor relato de la DANA de Santiago Posteguillo: «Es cruel no avisar y peor no ayudar»

Asegura que habló con militares: "No puedo decir lo que me dijeron"

El autor vive en Paiporta y sufrió la DANA en primera persona

El exitoso escrito de novela histórica, Santiago Posteguillo, ha expresado un sobrecogedor relato sobre cómo él mismo vivió la DANA de Valencia y ha señalado directamente a las autoridades encargadas de gestionar la crisis que produjo la riada: «Ha sido muy cruel no avisar, pero es aún más cruel no ayudar con la energía que hace falta».

Posteguillo vive en Paiporta y se encontraba en la localidad valenciana cuando la DANA azotó el municipio, uno de los más afectados. Ha contado que el 29 de octubre, el día que la gota fría asoló la provincia, se encontraba «revisando esta conferencia» cuando su pareja lo interrumpió: «Dice que subamos arriba y subimos a la terraza». «Estamos a unos 50 metros del barranco del Pollo y se está desbordando y no ha llovido en mi puerta y nadie ha avisado», ha narrado.

Él también tenía un coche aparcado en el garaje del edificio y se planteó sacarlo de allí. «Había varios vecinos abajo que convinieron que no parecía una buena idea que saliéramos a cambiar el coche de sitio», ha descrito el escritor. «El coche lo encontré cuatro días después, a un kilómetro de distancia de donde lo había aparcado», ha añadido para justificar que efectivamente tomó la decisión correcta.

Para Posteguillo, «lo impresionante» fue que «en 13 minutos había un torrente brutal de dos metros de agua sin control» que terimnó «arrastrando ramas, árboles, coches». Y ha contando que incluso tuvo «miedo por la estructura del edificio», aunque finalmente, el edificio resistió.

«Nos acostamos sin luz ni agua, pensando que lógicamente, al amanecer estaría la Guardia Civil, estarían los bomberos, el ejército, pero al amanecer no había nadie», ha expresado desolado. Lo único que se encontró fue «el cadáver en mitad de la plaza de una joven china» que regentaba un bazar en el barrio. Sin embargo, recuerda que «no había Policía ni Ejército» ni «nadie en todo un día», ni siquiera por la noche, cuando incluso cuenta que hubo saqueos: «No sé si han visto la película La Purga, es lo mismo».

Pesaron que «al segunda amanecer vendrán», pero «no apareció nadie». «Solo han retirado el cadáver un poquito más adentro, en un bajo», ha recordado Posteguillo en su comparecencia, para añadir, con sorpresa, que esto era «España, en el siglo XXI».

«Como conozco a mucha gente, hice una llamada al Ejército», ha dado a conocer. «No puedo decir lo que me dijeron», se ha contestado a sí mismo, pero sí que pudo concluir que tenían que salir de allí por sus propios medios.

Así pues, en el tercer día en el que ha narrado que «no había nadie» pero que «empezaron a llegar voluntarios, nadie institucional», escapó de Paiporta. Sólo llevó consigo un par de cosas: «Un ordenador, un poco de ropa y arrastramos aquella maleta kilómetros y kilómetros». Finalmente llegaron a pie hasta Valencia, donde el escritor posee otro inmueble.

«Un espectáculo de devastación»

En ese camino presenciaron «un espectáculo de devastación» que describe así: «Había una manguera y hacían cola con cubos de agua para coger agua, cadáveres que todavía no habían podido retirar, coches volcados, todos los edificios destrozados». «¿Por qué no se está llevando la ayuda institucional que hace falta?», se ha preguntado Posteguillo, para expresar que «el pueblo con palas no puede».

El autor ha admitido que él es «un privilegiado» con «medios para solventar» sus problemas. Sin embargo, ha alzado la voz porque «hay mucha gente que vive en plantas bajas, mucha gente mayor. Que no puede rellenar, que no sabe lo mejor ni cómo rellenar la documentación que hay que rellenar. ¿Cuanto tiempo tienen que esperar esa gente?».

El escritor de novela histórica ha detallado en la Cámara Alta que «en el siglo I a.C., los políticos se apuñalaba entre ellos» pero que ahora, «la sensación que hay es que los políticos del siglo XXI apuñalan al pueblo». «Antonio Machado decía Españolito que vienes al mundo, te guarde Dios, una de las dos Españas ha de helarte el corazón», ha recitado Posteguillo. Sin embargo, considera que esos versos habrían de reformularse para adaptarse a la clase política actual: «La sensación que hay es que las dos Españas nos están helando el corazón».