España
El último centinela de la montaña palentina

Abascal en su programa ‘La España vaciada’: «Hablamos con los españoles olvidados por las élites»

  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

La España Silenciada: El último centinela de la montaña palentina, es el título del primer programa de una serie de entrevistas que el presidente de Vox, Santiago Abascal, ha rodado en distintos pueblos del interior del país para mostrar las labores de ganaderos, agricultores, transportistas,  comerciantes o trabajadores industriales, entre otros, que se suman a los últimos supervivientes de la España rural.

Santiago Abascal ha señalado que quiere mostrar el olvido de estas gentes que se enfrentan ya no sólo a «la dureza de sus trabajos» sino lo que es peor, «a la negligencia de las administraciones».

Este domingo se ha emitido el primer programa, donde Abascal acompañó durante toda una jornada laboral a Laureano, un ganadero de la localidad palentina de La Lastra, próxima a Cervera de Pisuerga, para hablar del campo, del ganado, de los lobos, de la falta de ayudas y el abandono de las administraciones.

«Corren tiempos oscuros para la gente del campo» asegura Abascal. «La montaña palentina que ayer fue vivero y despensa de una región rica, es hoy un terreno abandonado a su suerte, condenado a la despoblación y postergado al furgón de cola de la sociedad» admite en la introducción del programa  Santiago Abascal.

Y es que, el líder de Vox se entrevistó con Laureano, un ganadero que permanece en un pueblo situado a 1.400 metros de altitud. Según Abascal, «los paisanos de la zona no hablan de estrategias globales de transiciones ecológicas o de las agendas de quienes deben regir el futuro. Hablan de su futuro».  En este sentido, el primer documental abordó cómo a pesar de tantos elementos en contra, estas gentes se resisten a dejar su tierra «negándose a sepultar la memoria de sus antepasados» aseguró Santiago Abascal.

Pero tan puro y nítido como el aire de estas zonas son las respuestas de sus gentes, como la Laureano, quien defendió sus ideas y aseguró que nadie le echará de su pueblo. También reflejó su malestar por el actual ecologismo al asegurar que los ecologistas «están mejor pisando el cemento que es lo que más han pisado. Ecologista -aseguró este ganadero-me siento yo, porque siempre he vivido aquí y he vivido de lo que he sacado del campo y la montaña, con responsabilidad y respeto al medio ambiente».

Santiago Abascal se interesó por el número de vecinos que vivían en el pueblo y que Laureano confesó que no llegaban, ni de cerca, al centenar, y que hace años superaban los 200 vecinos. También admitió que fue en este pueblo al colegio hasta los 11 años y que luego ya no pudo porque «tenía que trabajar con los animales».

Santiago Abascal ha señalado que en estos programas abandona «la cortesía parlamentaria y los encuentros políticos para compartir jornada con la España real».

El líder de Vox aseguró que la España real lleva años silenciada. «Silenciada en las tertulias, en los platós. En las tribunas ya no se habla de trabajo, de familia, de bienestar, de oportunidades, de prosperidad o de futuro. En su lugar, políticos, intelectuales y académicos han adoptado una jerga extraña y pretendidamente refinada. Hablan de resiliencia, de lenguaje inclusivo, de empoderamiento o de transiciones ecológicas».

«Hemos creado este programa de entrevistas para poner fin a esta situación y para volver a situar las preocupaciones de la gente corriente en un primer plano». Desde Vox se asegura que Santiago Abascal conoce perfectamente tantas necesidades y «los anhelos de los españoles olvidados por las élites».

Para Santiago Abascal, «corren tiempos oscuros para las gentes del campo y los ganaderos, agricultores, pastores y trabajadores forestales que llevan años en el punto de mira de quienes pilotan nuestro presente y quieren escribir con tinta siniestra los renglones de nuestro futuro» concluyó.