Sanidad manipula las cifras de ocupación de las UCI en Madrid que sirven para mantener el cierre

Las cifras que el Ministerio de Sanidad ofrece para conocer el estado de la segunda ola de la pandemia en Madrid no cuadran. Día tras día, los datos asociados a indicadores que fueron clave para decretar el estado de alarma, como la incidencia acumulada o la ocupación en UCI, muestran graves deficiencias. El pasado viernes 16, por ejemplo, Sanidad reflejaba 507 pacientes en cuidados intensivos en la Comunidad, lo que suponía un 35,7% de ocupación. Este lunes, Sanidad anunciaba la caída del dato hasta los 486 pacientes y, sin embargo, el porcentaje ascendía hasta el 38,85%.

La gestión de las estadísticas del coronavirus que viene realizando el Ministerio de Sanidad desde el inicio de la crisis sanitaria es digna de un estudio en profundidad. Miles de casos que aparecen y desaparecen de un día para otro, días en los que ‘resucitan’ cerca de 2.000 personas o porcentajes que suben mientras bajan las cifras que representan. Los errores, además, suelen ser especialmente persistentes con Madrid.

Tal y como ocurrió el pasado viernes y este mismo lunes, los porcentajes de ocupación de UCI no suelen concordar con la cifra bruta de pacientes en cuidados intensivos. No hay una correlación directa entre ambas cifras que permita evaluar correctamente el avance de la situación de este factor, determinante en la decisión de cerrar Madrid.

Porcentajes ‘a la carta’

Viene ocurriendo desde hace semanas. El pasado 22 de septiembre, el ministro de Sanidad Salvador Illa, tras el Consejo de Ministros, puso por primera vez sobre la mesa la «necesidad» de limitar el movimiento a los madrileños. Ese mismo día fue en el que, por primera vez, Sanidad ofreció la cifra de ocupación en UCI en sus estadísticas de la pandemia. Aquel día Sanidad reflejó 422 pacientes críticos, con un 38% de ocupación.

El porcentaje de ocupación se calcula en base al número total de plazas UCI, dato que Sanidad no ofrece en sus estadísticas. Sin embargo, esa cifra va cambiando sin que en la Comunidad se expliquen el motivo: ese 22 de septiembre, primer día del dato, Sanidad reconocía 1.110 camas UCI en Madrid. Al día siguiente sumaba otras 28 camas más al total. La cifra ha ido subiendo y bajando en las últimas semanas sin una explicación de Sanidad, pero provocando que Madrid siempre esté por encima de ese 35% de ocupación que marca uno de los criterios para el confinamiento ‘a la carta’ diseñado por Sanidad.

Pero ¿cuál es la ocupación real de las UCIs madrileñas? Según los datos de Sanidad es imposible saberlo, ya que cambian casi a diario. Oscila, dependiendo del día, entre los 1.110 y los 1.300. Sube y baja de un día para otro. Además, el número de plazas que reconoce Sanidad para Madrid es muy inferior al cálculo interno que realiza la Dirección General de Salud Pública de Madrid, que considera que su capacidad real en base a la «elasticidad» del sistema es de alrededor de 1.900 camas. De reconocerse esa cifra, Madrid nunca hubiera sobrepasado ese 35% que llevó a su confinamiento.

Culpa de Madrid, según Illa

Por otra parte, los datos que ofrece diariamente Sanidad no son los mismos que da la Comunidad de Madrid. No han coincidido ni un sólo día, siendo los del departamento de Illa superiores en todo momento. Este lunes 19 de octubre, por ejemplo, Madrid notificaba 474 pacientes UCI. Sanidad, 11 más. Y todo a pesar de que Illa defiende que los posibles errores en los datos son culpa de lo que le transmiten las propias comunidades.

«Los datos que yo doy no los produce el Ministerio: yo asumo la responsabilidad de los datos, pero son los que me facilitan con mucho esfuerzo las comunidades de acuerdo con un protocolo. Y puede haber, y seguro que hay, algún error, pero no me parecen justas las críticas», defendió el ministro Illa en el Congreso de los Diputados el pasado mes de junio acorralado por la oposición por la escasa fiabilidad de sus estadísticas.

11.000 casos de la nada

No es el único cálculo irregular en un dato que afecta a Madrid relacionado directamente con el decreto del confinamiento. Los días que precedieron a la declaración del estado de alarma y al confinamiento de la capital de Madrid, así como de otros 8 municipios del sur de la Comunidad, estuvieron marcados por la ‘guerra de cifras’ entre el Ministerio de Sanidad y el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso.

Mientras Madrid alegaba que no era necesario confinar en base a la mejora sustancial de sus cifras de contagios y hospitalizaciones, Sanidad los ponía en duda y lo achacaba a «retrasos en la notificación». En medio de esa batalla, el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, el organismo que dirige Fernando Simón y elabora las estadísticas diarias de casos, sumó más de 11.000 casos a la cuenta de Madrid para reforzar la idea de que el cierre era necesario.

El pasado 6 de octubre, los registros de Sanidad ofrecieron un dato sorprendente: la incidencia acumulada de Madrid, uno de los tres criterios señalados para dictar confinamientos, se disparó en sólo 24 horas desde los 586 casos por cada 100.000 habitantes hasta los 710. Los casos acumulados en esas dos semanas pasaban de los 39.090 hasta los 47.329. 

En plena ‘guerra de datos’

Según pudo consultar OKDIARIO ese día en fuentes del Gobierno regional y de la Consejería de Sanidad, en la Comunidad de Madrid nadie entendía de dónde salían esos cálculos. No figuraban en ninguno de los documentos internos que Madrid le notifica a diario al CCAES y a Sanidad para que elaboren sus estadísticas.  Esa misma mañana, el consejero de Sanidad madrileño, Enrique Ruiz Escudero, advertía públicamente que no sabía «de dónde sale ese dato».

El dato sirvió para agitar mediáticamente la ‘guerra de datos’ entre Sanidad y Madrid, sembrando las dudas sobre la autenticidad de lo comunicado por la región en un momento crítico: justo cuando se esperaba un dictamen del Tribunal Superior de Justicia de Madrid.

Sólo 24 horas después de que Sanidad ofreciese ese dato disparado de contagios, y ante el revuelo por la diferencia entre las dos cifras, el departamento de Illa daba marcha atrás: desaparecían así 8.000 casos, dejando la cifra acumulada en 39.300 de nuevo y devolviendo a Madrid a una incidencia de 591, en la línea de lo comunicado por el Gobierno regional.