Los militantes votarán el pacto para que Sánchez sea presidente y el Comité Federal lo refrendará

Pedro Sánchez-Podemos
Pedro Sánchez en el Comité Federal. (Foto: AFP).

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha anunciado este sábado en el Comité Federal que someterá un posible pacto de Gobierno a una consulta con la militancia y a la votación de los barones por otro Comité Federal. «Me dedico a la política no porque me preocupe mi futuro, eso es lo último que me preocupa, sino el de todos los españoles. Por eso digo que todas las negociaciones serán con luz y taquígrafos y esa negociación será ratificada por otro Comité Federal y haremos una consulta con la militancia», ha dicho.

Sánchez, no solo ha asegurado que las negociaciones con otros partidos, serán «en abierto, con luz y taquígrafos», sino que ha dicho también las decisiones sobre las negociaciones y los acuerdos pasarán «todos los filtros y garantías posibles» haciendo caso a una propuesta de las bases y llevando el pacto de Gobierno a una consulta con la militancia. «Que nadie se preocupe», ha afirmado Sánchez, después de garantizar que el proceso será transparente. Así, ha dicho que cualquier decisión que se pueda tomar «de negociación y de acuerdo» tendrá «todos los filtros posibles, todas las garantías» y será ratificado por el Comité Federal.

Desde el punto de vista interno, Sánchez gana frente a sus críticos con esta consulta. Se ve fuerte siempre al lado de la militancia que fue quien le eligió (por primarias abiertas). Sabe que cuenta con el respaldo de la gente frente al de algunos barones críticos con sus 18 meses como secretario general del partido. Sin embargo, desde la dirección aseguran que primero se realizará la consulta y luego el Comité Federal. Aclaran que la consulta no será vinculante porque no lo expresan así los estatutos. Esto quiere decir que podría finalmente ratificarse una voluntad que no fuera la de la militancia porque será el Comité Federal (los barones y la dirección) quienes tengan las última palabra.

Sin embargo, ¿alguien osaría quitarle la voluntad al pueblo? Aquí reside la estrategia de Sánchez de ‘atar en corto’ a los barones ratificando su voluntad, la de la militancia. «Los militantes eligieron a Sánchez y están con él», comenta un barón del partido. Sin embargo, la consulta podría no celebrarse al no contar con apoyos suficientes. Díaz y los barones críticos incluyen a Ciudadanos en esos pactos y la prohibición de la resolución de no pactar con los independentistas. A Sánchez no le quedará más remedio que intentar pactar con Podemos y Ciudadanos. Aunque Rivera ya dio un «no» rotundo a esta combinación y el último en quitarle su apoyo si va de la mano de Podemos ha sido el PNV. Sánchez pierde. 

Sobre pactos la frase clave de Sánchez ha sido: «El para qué condiciona el con quién». Sánchez condicionará los pactos de investidura a los intereses que, según él, tiene para España. Además, ha advertido a los nuevos partidos, en alusión a Podemos, que para intentar conformar un nuevo Ejecutivo no va a hablar «sobre la composición del Ejecutivo, sobre sillones», sino sobre los problemas de los ciudadanos.

El líder socialista ha insistido en su disposición al diálogo con otros partidos, pero ha subrayado que los que hablen con el PSOE tienen muy claro de lo que se puede negociar, de las cuestiones que preocupan realmente a la gente. Sánchez ha comenzado su discurso con un claro mensaje hacia el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, para decirle que se olvide la investidura, que «abandone toda esperanza», porque los socialistas no van a «indultarlo con su voto».

«Le digo a Rajoy que abandone toda esperanza. El PSOE no va indultarlo con su voto», ha anunciado. El socialista ha argumentado que la «estabilidad» que necesita España «no la puede dar un partido carcomido por la corrupción» y ha vuelto a reclamar a Rajoy que «si no se presenta a la investidura, mejor se vaya a casa».

«El PP y la corrupción son como una historia interminable», ha señalado, para a continuación recordar la imputación del partido en el caso de la destrucción de los ordenadores del extesorero Luis Bárcenas, el caso Acuamed y el «nuevo escándalo de saqueo del erario público» del PP valenciano.

Del caso Acuamed, ha apuntado que se «dirige claramente a la Moncloa, afectando a la vicepresidenta del Gobierno por la dimisión de su número tres» y ha advertido de que «también afecta, ya veremos hasta dónde, a todo un comisario, el señor Cañete».

Sánchez, no obstante, ha sostenido que él «nunca» dirá que el PP es un «partido corrupto», porque considera «fundamental que sea un partido fuerte para nuestros sistema político». Lo que sí ha defendido es que «no habrá regeneración democrática en el país si el PP no pasa a la oposición y renueva sus liderazgos de abajo a arriba».

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