España
Gobierno en funciones

Sánchez pospone la reunión con sus socios golpistas para evitar la foto en plena Diada

Moncloa evita pronunciarse sobre si Sánchez retomará las conversaciones con las formaciones independentistas, una vez concluyan sus encuentros con los diferentes "colectivos sociales", para redactar un nuevo acuerdo programático que ofrecer a Podemos.

Sánchez quiere ir a elecciones con la bandera del 155 en plena sentencia del ‘procés’

Sánchez pospone sin fecha la ronda de contactos con los partidos separatistas que le apoyaron en su llegada a Moncloa, tras la moción de censura a Mariano Rajoy. El presidente del Gobierno en funciones evita de esta forma la incómoda fotografía con los independentistas, en vísperas de la ‘Diada’ de Cataluña.

Lejos queda la promesa del socialista, anterior a las vacaciones, en la que anunciaba que a finales de agosto se reuniría con las diferentes formaciones «susceptibles» de apoyarle -de cara a un segundo intento de investidura- para conformar «un Gobierno progresista».

«Hablaremos con los distintos partidos susceptibles de apoyar mi investidura, con el PNV, con ERC, con las fuerzas nacionalistas de Cataluña y también con Unidas Podemos, para ver si podemos llegar a un acuerdo que materialice un gobierno progresista», afirmaba entonces Sánchez. Unos encuentros que ni se han materializado, ni Moncloa contempla que se produzcan a corto plazo.

Pedro Sánchez se escuda en sus entrevistas con asociaciones y colectivos de la sociedad civil para dar largas a las formaciones que le permitieron situarse al frente del Ejecutivo, en la pasada Legislatura.

Diferencias con Cataluña

Cada vez más alejada la posibilidad de que se produzca un acuerdo entre los socialistas y la formación morada, Sánchez define la que será su estrategia de campaña, ante una eventual repetición de elecciones: combatir a los de Iglesias desde un perfil ‘patriota’ y acentuar sus diferencias en materia de Estado, principalmente, Cataluña.

En este escenario, Sánchez no sólo planea enarbolar la bandera del 155, sino ratificarse en su posición política contra el desafío independentista catalán: «Diálogo dentro de la legalidad, respeto a la Constitución y fortalecimiento del Estado Autonómico». Un motivo por el que descarta imágenes incómodas.

El presidente del Gobierno en funciones no quiere fotografiarse con sus interlocutores habituales en los partidos separatistas vascos y catalanes, a escasos días de que se celebre la ‘Diada’ independentista el próximo 11 de septiembre.

Torra amenaza

Sánchez se desmarca del separatismo catalán, y de sus líderes, frente a la política de «gestos» que mantuvo tras su llegada a Moncloa y que le llevó, incluso, a reunirse en Pedralbes con el actual titular de la Generalitat, Quim Torra.

Precisamente, el propio Torra criticaba el pasado 17 de agosto -en el marco de la concentración en favor de los políticos presos del juicio al ‘procés’ junto a la cárcel de Lledoners- la posición del Ejecutivo socialista en funciones. Torra afirmó que el Govern lidera la «causa justa, por un país que lucha por la democracia y la libertad» e instaba a «atacar» al Estado español.

Unas declaraciones a las que la vicepresidenta en funciones, Carmen Calvo, resta importancia, pero que contribuyen a reforzar el relato de Sánchez de cara a una más que probable repetición de comicios, el próximo 10 de noviembre.

Tal es así que en la rueda de prensa del pasado viernes, la portavoz del Ejecutivo en funciones, Isabel Celaá, anunció la decisión del Consejo de Ministros de recurrir ante el Tribunal Constitucional el ‘Plan de Acción Exterior’ de la Generalitat de Cataluña.

Un desenlace que se produciría, en los próximos 30 días, si el Govern no atiende a sus advertencias y modifica aquellas partes del documento institucional que: resultan incompatibles con la Constitución Española y donde el Ejecutivo de Torra se extralimita en sus competencias.

Una posición que no ha gustado en la Generalitat de Cataluña. Torra reaccionaba de inmediato y hacía pública su postura en Twitter: