INVESTIDURA

Sánchez ordena una reunión de urgencia con Puigdemont para salvar la negociación: «Está enrocado»

En algún momento del jueves se llegó a hablar de "posible ruptura", pero los puentes siguen tenidos

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Joan Guirado
  • Joan Guirado
  • BARCELONA
  • Enviado especial
  • Corresponsal de Gobierno y Casa Real. Siguiendo la actividad del presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del Rey de España. También política catalana.

Seis horas de reunión de la cúpula de Junts per Catalunya en Bruselas, encabezada por el ex president de la Generalitat y líder moral de la formación, Carles Puigdemont, no han bastado para acordar su apoyo a la investidura de Pedro Sánchez. De ahí que, con los nervios a flor de piel, el presidente del Gobierno en funciones y secretario general socialista haya ordenado una reunión de urgencia, in extremis, con la cúpula de Junts este viernes para desbloquear la investidura.

El encargado de desbloquear la negociación es el secretario de Organización, Santos Cerdán. A él, pues, le correspondería estampar su firma en el acuerdo para la investidura y, en su caso, escenificar el pacto con el propio Puigdemont. El lunes, ambos ya mantuvieron un encuentro en la sede del Parlamento Europeo, que sirvió a los socialistas para rehabilitar oficialmente al ex presidente catalán, prófugo de la Justicia, como interlocutor válido para Moncloa.

El PSOE ve a Puigdemont «desconfiado»

El PSOE ve a Puigdemont «muy desconfiado, distante y enrocado». «Inflexible», como lo estaba al inicio de las negociaciones. El ex president ha pedido todos los acuerdos por escrito.

«Las cosas no van bien», expresan fuentes de ambos partidos implicados en la negociación, rebajando así la euforia y buenas expectativas que los socialistas tenían hace apenas una semana. A primera hora de la tarde de este jueves, cuando ha finalizado la reunión sorpresa de Puigdemont con su núcleo duro, nadie se atrevía a predecir absolutamente nada sobre la investidura de Sánchez. Todo abierto.

Las razones de la desconfianza de Puigdemont son varias. Por un lado, ha molestado que Sánchez permita a ERC abanderar todas las concesiones al separatismo, como avanzó OKDIARIO. El ministro de la Presidencia en funciones, Félix Bolaños, escenificó este jueves el acuerdo con Oriol Junqueras. Una cuestión de formas que se suma a la pérdida de confianza «creciente» de Puigdemont hacia Sánchez por haber introducido cambios en el último borrador de la ley de amnistía.

La intención de Junts, con una dirección dividida entre los pragmáticos que creen que deben apoyar a Sánchez y los que se niegan en rotundo, era cerrar el acuerdo tras la reunión con Puigdemont de este jueves. La previsión era que Puigdemont explicase los detalles en rueda de prensa en la misma sala del hotel Thon, a escasos metros de la sede de la Comisión Europea y del Parlamento Europeo, en la que planteó sus exigencias para investir a Sánchez el pasado 5 de septiembre.

Así se llegó a trasladar a los medios de comunicación, a la espera de una convocatoria a las 12:30 horas que se aplazó durante horas hasta que, finalmente, quedó suspendida. Los técnicos contratados para el evento tuvieron que desmontar todo el atrezzo.

Reunión con Puigdemont

Según fuentes de Junts, aún no hay acuerdo con el PSOE. No obstante, al cierre de esta edición la previsión era que prosiguieran las conversaciones a lo largo de la madrugada y la mañana del viernes porque «la negociación no ha acabado». En algún momento de este jueves se llegó a hablar de «posible ruptura», pero los puentes siguen tenidos.

Los socialistas querrían registrar la ley de amnistía a primera hora del viernes para que la reunión de la Mesa del Congreso la pueda calificar y admitir a trámite. De esta forma, la presidenta de la Cámara Baja, Francina Armengol, podría convocar el debate de investidura para la semana que viene. Pero los negociadores de Sánchez tienen enfrente a un «Puigdemont enrocado e inflexible», como hace días que no se le veía. El sector más duro del partido, liderado por Laura Borrás, encabeza la posición más reticente.

Borrás ha sido una de las dirigentes presentes en la reunión encabezada por Puigdemont en Bruselas. En el encuentro también estaban el secretario general, Jordi Turull, David Saldoni, Albert Batet, Miriam Nogueras, Anna Erra, Josep Rius, David Torrents, Aurora Madaula y el eurodiputado Antoni Comín. Son el núcleo duro. Una dirección reducida que se constituyó en agosto para dirigir las negociaciones al margen del resto de dirigentes y con un Puigdemont sin ningún cargo orgánico como capitán de equipo.

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