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Sánchez dice que acata al Constitucional pero anuncia las «medidas precisas» para someter a los jueces

  • Joan Guirado
  • Corresponsal de Gobierno y Casa Real. Siguiendo la actividad del presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del Rey de España. También política catalana.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado que «el Gobierno adoptará cuantas medidas sean precisas para poner fin al bloqueo del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Tribunal Constitucional». En una comparecencia para valorar la resolución del Constitucional que tumbó su pretensión de asalto al Poder Judicial, el jefe del Ejecutivo ha afirmado que «hay mecanismos para superar esta situación en arreglo a la ley y a la Constitución». Pero no ha entrado a detallar cuál sería la respuesta que iba a dar su Gabinete tras la suspensión de la votación del Senado el próximo jueves. Eso sí, ha confirmado que acatará la decisión «inédita e insólita de la mayoría conservadora» del Constitucional.

Sánchez ha aprovechado su intervención para cargar con dureza contra el Partido Popular por no facilitar la renovación del CGPJ, al que ha acusado de llevar «cuatro años bloqueando las instituciones». El presidente ha asegurado que se trata de «un bloqueo cuyo único objetivo es mantener la composición anterior más favorable a sus intereses». Un «propósito que persigue el PP de retener por métodos espurios el poder que le quitaron las urnas».

El jefe del Ejecutivo ha pedido «serenidad y confianza» a los ciudadanos que en su opinión «asisten desconcertados» a lo que está ocurriendo. Pedro Sánchez les ha garantizado que «el Gobierno cumplirá con la legalidad» porque «España es una de las grandes democracias europeas». Ha afirmado que «comprendo la indignación de muchos demócratas de sentirse vulnerados». «En momentos de incertidumbre se necesita serenidad y firmeza», ha zanjado Sánchez.

La de ese martes es la primera reacción del presidente del Gobierno a la resolución del Tribunal Constitucional. Anoche, pese a que en algún momento se llegó a poner sobre la mesa la posibilidad de que fuera él quien saliera a fijar la opinión del Ejecutivo, finalmente se optó por obligar al ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, a «quemarse» y dar la cara «de su fracaso». Sánchez y su equipo han cargado sobre él la responsabilidad de lo ocurrido. Algunos ya lo dan por amortizado.

En dicha comparecencia nocturna y de urgencia, el ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, ya el Gobierno ya advirtió que «la resolución del Constitucional debe acatarse». Lo mismo que han hecho ya el Congreso y el Senado. Pese a que los socios minoritarios del Ejecutivo, Podemos, no comparte este camino y proponen desobedecer. Bolaños, pese a ese compromiso con cumplir con la legalidad, aseguró que no comparten la «insólita decisión» del tribunal.