España

Rivera: «Señor Rajoy, estamos en sus manos, pero usted también está en las nuestras”

  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

Albert Rivera ha subido a la tribuna con un papel complicado: defender el acuerdo suscrito con el PP y, al mismo tiempo, afirmarse como alternativa. “Los españoles piden cambios pero nos obligan a dialogar”, se ha casi excusado, desde el comienzo mismo de su intervención en la segunda sesión del debate de investidura.

El líder de Ciudadanos ha marcado distancias con los vicios de la ‘vieja política’. Se ha erigido como «centrista», conciliador, pero ha cruzado su intervención de duras bofetadas, repartidas por igual a PP y PSOE.  «Se equivocan los que bloquean, los que no son capaces de ponerse de acuerdo, los que piensen con la calculadora electoral, con intereses de partido y lo que es peor, con sus intereses personales”, les ha reprendido.

El líder naranja se ha sacudido de complejos y ha asegurado sentirse “orgulloso” del acuerdo suscrito en su día con Sánchez, como también de las políticas pactadas con el PP. “Tengo la obligación de hablar de soluciones, no de problemas”, ha insistido, aclarando después que “hay que escoger entre lo malo y lo menos malo”. Y lo malo es, ha advertido, que “si dejamos que España se bloquee mientras otros países avanzan, perderemos oportunidades”.

Rivera ha tratado de tentar a los socialistas por dos vías. La primera, ya explorada, los puntos comunes-hasta un centenar- que recogen los documentos pactados en su día con Sánchez y ahora con Rajoy. Una estrategia frustrada por el desdén con el que el líder socialista ha recibido este acuerdo.

La segunda, la de una oposición combativa. «Respetando toda la autonomía de un partido que respeto les pido que valore la importancia de sus diputados. Es mucha la potencia de los escaños del PSOE y Ciudadanos”, ha sugerido a Sánchez.

«Que nadie se escape del radar fiscal»

El líder centrista no ha ocultado su hoja de ruta. Primero, su apuesta por la fórmula de un presidente de consenso, capaz de aunar las mayorías parlamentarias necesarias para llevar a cabo una auténtica política de reformas. “El PP dice que no hay posibilidad”, ha lamentado. Su plan B es que «antes de unas terceras elecciones, de dejar a España sin presupuesto, yo escojo que gobierne la lista más votada, con exigencias y condiciones del partido de centro de esta Cámara”.

Su tono conciliador no ha disimulado las críticas a la gestión de gobiernos que, en su opinión, no han mostrado “sensibilidad” hacia los problemas de los españoles. Así, ha recordado al PP las cifras de desempleo y de fracaso escolar o la precariedad laboral.

“Nos han advertido desde las instituciones europeas de la politización de la Justicia. Somos el país junto a Grecia con más paro de Europa», ha continuado.

Rivera no ha ocultado sus ambiciones de llegar a presidir alguna vez el Gobierno antes de desgranar los logros que su partido ha arrancado al PP en su acuerdo de investidura: mayor protección para los autónomos, simplificación de los contratos, más inversión en I+D+I, evitar subidas del IRPF, o más esfuerzos para la persecución del fraude.

En este sentido, ha urgido al ministro de Hacienda en funciones, Cristóbal Montoro, a exigir cuanto antes la devolución del dinero de la amnistía fiscal. «Yo quiero que nadie se escape del radar fiscal y que el dinero que se recaude se invierta en políticas sociales”, le ha advertido.

No se fía del PP

Rivera ha admitido, finalmente, que no se fía de sus socios del PP. Ni siquiera tras obligarles a firmar un severo compromiso contra la corrupción que incluye la creación de una comisión parlamentaria sobre el caso Bárcenas.

Si el líder popular se esperaba a un socio complaciente, Rivera le ha desbaratado esta idea. El dirigente de Ciudadanos ha recordado a Rajoy que su partido planteará una oposición “responsable”, pero le ha advertido también de que “controlará, pedirá cambios y exigirá” a un hipotético Ejecutivo. «Señor Rajoy, estamos en sus manos, pero usted también está en las nuestras”, le ha avisado.

El presidente en funciones ha tratado de templar el carácter de su socio de investidura. «Señor Rivera, nos vamos a llevar bien porque no nos queda otra, y porque está bien hacer amigos de vez en cuando”, le ha invitado en su turno de réplica. 

Rajoy ha admitido que su Gobierno tuvo que recortar algunas partidas presupuestarias, las destinadas al gasto social, «pero no podemos olvidar los porqués», ha apostillado en referencia a las exigencias de Bruselas. 

Después, ha reafirmado su compromiso contra la corrupción. «Hay que combatirla, y nosotros, que hemos tenido nuestros problemas, como todos los que gobernaron, algunas decisiones hemos tomado», ha destacado Rajoy .

El candidato del PP se ha mostrado dispuesto a llevar a término los acuerdos pactados en este sentido con Ciudadanos, si bien ha advertido a sus socios de que «hay que ser justos y mesurados en los juicios”. Ambas formaciones discrepan sobre el momento en que debe ser apartado un cargo imputado por corrupción, si en el momento mismo de la imputación o, como sostienen los populares, en la apertura del juicio oral. El documento pactado obliga a su expulsión inmediata de los cargos investigados «hasta la resolución completa del procedimiento judicial». 

Rajoy ha aprovechado para invitar al PSOE a unirse a los acuerdos, recordando que algunas de las reformas comprometidas no podrán llevarse a cabo si no cuentan con respaldos parlamentarios. Rivera le ha llegado a abroncar que  no haga lo suficiente para buscar más apoyos. «Le invito a que usted intente negociar, convencer… que haga cesiones… le toca a usted buscar esa mayoría”, le ha recordado. 

«Si usted me puede ayudar a conseguir más síes que noes estaría encantado, pero créame que no es tan fácil», ha admitido el candidato del PP. 

A Iglesias: «Usted es más partidario de hombres de Estado como Otegi»

Rivera ha reservado los ataques más duros para Pablo Iglesias, a quien ha reprochado que utilice la tribuna del Congreso para insultar a los anteriores presidentes del gobierno. “Sé que usted es más partidario de hombres de Estado como Oteri, yo de González y Suárez”, le ha abroncado.

Así, enfatizando casi el contrasentido, ha utilizado el acuerdo con los populares para rebatir a Iglesias en varias de las medidas defendidas como bandera por los podemitas. «La dación en pago, tome nota señor Iglesias. Lo que veíamos en pancartas, lo que ustedes han sido incapaces de negociar porque son más del CNI… pues nosotros hemos pedido la dación en pago. No se ponga nervioso señor Iglesias. Y la ha aceptado el PP”.