España

El responsable de comunicaciones de Torra está investigado por la Guardia Civil por espionaje

El responsable de redes y comunicaciones de Quim Torra está investigado por la Guardia Civil por un entramado de espionaje. Su nombre es Jordi Puigneró. Es el nuevo conseller de Políticas Digitales y Administración Pública. Es decir, el máximo responsable del control de las telecomunicaciones y del diseño de los segundos cuadros de la Administración catalana -en la práctica, los que decidirán si ejecutan o no las órdenes ilegales que previsiblemente y según sus propios anuncios, dará el nuevo Govern catalán.

Puigneró es un pata negra para el golpismo. Ha sido citado como investigado por la Guardia Civil en el Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona acusado de desobediencia, malversación y revelación de secretos cometidos, todo ello, con la finalidad lanzar el inconstitucional referéndum del 1-O.

Y es que él era el secretario general de Telecomunicaciones, Ciberseguridad y Sociedad Digital bajo las órdenes de Carles Puigdemont. Su imputación, de hecho, se realizó junto con la de altos cargos del Cesicat -el CNI catalán- y directivos responsable del sistema de telecomunicaciones de la Generalitat.
La Guardia Civil siempre ha pensado que Puigneró y otros cargos con acceso al sistema de redes y telecomunicaciones facilitaron datos de la población para hacer el censo electoral que se empleó durante el 1-O. Pero, la investigación, además, buscó otro tipo de prácticas. Porque parte de los datos y comunicaciones a los que pudieron tener acceso estos cargos afectaban a empleados públicos -mossos, directivos, profesores e incluso personal judicial- a los que Santiago Vidal se refirió cuando lanzó sus famosas advertencias de que los impulsores del golpe separatista tenían a todo el mundo fichado o que “ya tenemos perfectamente delimitado, a través de un trabajo de campo muy exhaustivo, cuántos de esos 801 jueces se irán a su Estado”.

OKDIARIO revela hoy un organigrama que elaboró la Guardia Civil en su momento para guiarse en la investigación del entramado de control de telecomunicaciones de los separatistas. Un entramado en el que la cabeza la ocupaba directamente Carles Puigdemont, el segundo nivel Jordi Turull y Oriol Junqueras, y justo por debajo de Turull figuraba el nombre de Jordi Puigneró.

De Puigneró dependían directamente dos de las personas que también tuvo en su lupa la Guardia Civil: Xavier Gatius (responsable directo del CNI catalán) y Joan Angulo (similar cargo en el CTTI, el organismo que primero intervino el 155 -junto con el Cesicat- ante la evidencia de que había sido clave en el golpe del 1-O).

Hoy, Puigneró vuelve a ese puesto clave pero con poderes reforzados. Y lo hace tras saberse que los Mossos contaban con unidades de espionaje y que el Cesicat y el CTTI cuentan con elevadas sospechas de que colaboraron en este esquema de espionaje a políticos, miembros de la sociedad civil constitucionalista, periodistas y hasta jueces.

Puigneró nunca ha escondido su condición de favorable al golpismo. Durante el Mobile World Congress (MWC) mostró su vena crítica con el rey Felipe VI y pidió boicotear su visita negando la presencia en la cena institucional de bienvenida y en la ceremonia inaugural.

Pese a todo ello, Puigneró siguió en su cargo con el 155. Puigneró, además, fue detenido por la Guardia Civil junto a otras 13 personas en lo 22 registros de las consejerías, instituciones e inmuebles varios de la Generalitat por la investigación del referéndum del 1-O.

En esas detenciones estuvo también otra de las personas clave en el desarrollo de redes: Rosa María Rodríguez Curto, Directora General de Servicio de la Generalitat y responsable de desarrollos informáticos.
Porque la Guardia Civil siempre ha tenido la sospecha de que estos departamentos fueron claves para lanzar el golpe separatista y debilitar a los constitucionalistas.