España

Rabat sigue toreando a España con la apertura de aduanas en Ceuta y Melilla: «No es de actualidad»

El asunto de la apertura de aduanas en Ceuta y Melilla que dio por hecho Pedro Sánchez tras reunirse con Mohamed VI tiene toda la pinta de encallarse por la escasa disposición del reino alauí de dar el visto bueno al proyecto. Marruecos no ve con buenos ojos las trabas que ambas aduanas supondrían para el libre paso de mercancías.

Este martes ha habido en el Ministerio de Exteriores una nueva reunión de las delegaciones de ambos países que se ha cerrado, nuevamente sin acuerdo, pese a que el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lo anunciara como uno de los pactos alcanzados y cerrados. Pero Marruecos nunca ha dicho que así fuera.

De hecho, el director general de Aduanas del país vecino, Nabil Lakhdar aseguró el pasado jueves en una entrevista publicada en la edición digital de la revista Tel Quel, que las «condiciones geográficas» no permiten construir las instalaciones para las aduanas en Ceuta y Melilla y que el tema «no era de actualidad» para Marruecos. Todo un jarro de gua fría para las aspiraciones españolas, si bien es cierto que luego Nabil Lakhdar rebajó sus palabras.

La frontera de Melilla ya existe, pero hay que reabrirla, mientras que la de Ceuta hay que crearla. Pero España y Marruecos aún no han conseguido cerrar este martes el acuerdo para ambas opciones. Está caro que para Rabat no es un asunto de vital importancia.

La falta de acuerdo para las aduanas en Ceuta y Melilla ha sido notificado por fuentes diplomáticas a EP tras el encuentro mantenido este martes en Madrid entre representantes de los ministerios de Asuntos Exteriores, Interior y Hacienda y sus homólogos marroquíes.

Las citadas fuentes no han entrado en detalles sobre el contenido de la discusión o si se han producido avances concretos en los asuntos a tratar, más allá de precisar que las partes han acordado seguir con las conversaciones «en los próximos días en Marruecos».

Dudas de Marruecos

Las autoridades marroquíes de Exteriores se desmarcan de uno de los hitos en la nueva etapa en la relación que ha venido esgrimiendo el propio Sánchez y también el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, nada más terminar la cena con la que España y Marruecos pusieron fin a la grave crisis diplomática vivida hace un año a raíz de la acogida del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali.

Todavía en Rabat, a Sánchez le faltó tiempo para anunciar que entre los pasos que se iban a dar en el marco de la hoja de ruta pactada figuraba la reapertura de las fronteras, lo que incluiría la aduana de Melilla, que Marruecos cerró de forma unilateral en 2018, y la apertura de una instalación de este tipo en Ceuta, donde nunca existió. No obstante, Rabat nunca ha confirmado hasta ahora que este paso vaya a darse.

En este contexto, el Ministerio del Interior anunció este domingo por la tarde que España y Marruecos se reunirían en Madrid este 7 de junio para completar el proceso de reapertura de la frontera terrestre iniciado el 17 de mayo para residentes de la Unión Europea y con permiso para circular en Schengen y que, desde el 31 de mayo, se amplió a trabajadores transfronterizos.

En un escueto comunicado, el departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska explicaba que la reunión se celebraría «entre las administraciones competentes para establecer las modalidades y el calendario de finalización del proceso de normalización de la circulación de personas y mercancías por los dos puestos terrestres».

Interior enmarcó la reunión en «la aplicación de los compromisos de la declaración conjunta del 7 de abril» y más en particular «en lo relativo a la progresiva normalización de la circulación de personas y mercancías, por medio de los sistemas de control aduanero y de personas».